La tala de árboles es una de las mayores amenazas que enfrenta la biodiversidad en la región. Meta es el segundo departamento con más alta tasa de depredación forestal. ¿Cuál será el freno a la deforestación en regiones como Meta y Guaviare?

Esto fue lo que respondieron los candidatos y equipos autorizados de las diferentes campañas a la presidencia de la República.

(Vea también: Nairo Quintana mete pedal anunciando voto por Rodolfo Hernández; contraataque a Egan)

Federico Gutiérrez (Coalición Equipo Colombia)

Nuestra biodiversidad está en crisis. Sólo la deforestación ilegal destruye más de 100 mil hectáreas de bosque al año, lo que no solo conduce a la pérdida de los ecosistemas, sus servicios ecosistémicos y a la generación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), sino que también genera desplazamiento social, pobreza y deterioro de la calidad de vida de las poblaciones rurales. La región en donde más se presentó́ deforestación fue en la Amazonía, concentrando el 64% (IDEAM, 2021), siendo los departamentos de Meta, Caquetá y Guaviare los más deforestados.

Nuestro compromiso es reducir la deforestación en 54 mil has al final del cuatrienio, principalmente en la Amazonía, para cumplir con el 50% de la meta de “cero deforestación neta a 2030”. Lo haremos a través de las siguientes estrategias:

  • Combatiremos a los deforestadores ilegales. La deforestación en Colombia es un delito y como tal debemos combatirla. Detrás de la deforestación a gran escala de nuestros bosques naturales existen mafias ilegales de todo tipo; hay que combatir los crímenes contra la naturaleza con mano dura, pero también con oportunidades para la gente que está siendo desplazada por los criminales.
  • El bosque natural en pie tendrá más valor que tumbarlo; por lo que masificaremos los pagos por servicios ambientales, pagos por restauración ambiental, créditos de carbono de proyectos forestales, y pagos por compensación ambiental con el compromiso del sector privado, las comunidades y la cooperación internacional.
  • Convertiremos a Colombia en el país más atractivo para proyectos de deforestación evitada y captura de carbono con las comunidades como principales beneficiarios.
  • Impulsaremos una política de normalización de tierras y la vinculación de comunidades locales en la estrategia de restauración, control territorial y uso en actividades legales. Estos procesos permitirán resolver los conflictos del uso del territorio en sectores críticos para la deforestación y estarán atados a acuerdos de conservación. Lo haremos avanzando en el catastro multipropósito.
  • Daremos protagonismo al Pacto por la Madera Legal con todos los actores de la cadena productiva de la madera que la usan como insumo y lideraremos los acuerdos de cero deforestación con los sectores económicos.
  • En cumplimiento del Pacto de Leticia, incrementaremos el monitoreo de la cobertura boscosa con el fin de contar con un sistema de alertas tempranas y mejoraremos la respuesta ante incendios forestales de gran escala articulando los sistemas nacionales e internacionales de prevención y atención de desastres.

Gustavo Petro (Pacto Histórico)

El último informe consolidado por el Ideam nos presenta que en el año 2020 fueron deforestadas 171.685 hectáreas de bosque en Colombia. El departamento del Meta, con una participación del 20% del consolidado nacional (35.556 ha), y el departamento del Guaviare, con una participación del 14,9% (25.553 ha), son las zonas con las tasas más altas de país.

(Vea también: “No todo es plata”: Egan Bernal, ofendido con los que dicen que campaña de ‘Fico’ le paga)

La deforestación en el sur del Meta y Guaviare, a diferencia de lo que muchos piensan, no se genera para la siembra de cultivos ilícitos, pues el principal motor de deforestación en esas regiones es la ganadería extensiva asociada a la construcción de vías ilegales para poder transportar el mismo ganado.

¿Y eso quién lo hace? Los grandes terratenientes y acaparadores de tierras que ponen en grave peligro ecosistemas tan importantes como el Parque Nacional de Chiribiquete y la Serranía de La Macarena, e incrementan las brechas sociales y de desigualdad en los pequeños campesinos al ser el único modelo productivo que genera ingresos.

Por esta razón, nuestra propuesta de gobierno se concentra en un pacto nacional de trascendencia regional y global para la defensa ambiental de la Amazonía y la Orinoquia. Daremos forma a acuerdos comunitarios para la regeneración, restauración ecológica, protección y preservación de estos ecosistemas con base en procesos organizativos, implementación de sistemas agroforestales, silvopastoriles, de aprovechamiento de productos no maderables del bosque y turismo de naturaleza bajo el liderazgo de organizaciones comunitarias.

Estos acuerdos estarán encaminados a erradicar la deforestación, para lo cual se detendrá la apropiación ilegal de predios, las actividades relacionadas con el narco tráfico y la minería, con especial énfasis en zonas de frontera agraria.

De manera inaplazable, transformaremos áreas ubicadas en conflictos por usos del suelo para convertirlas en zonas forestales, agrícolas, agroecológicas y agrosilvopastoriles, mediante procesos de reforestación, de suministro de agua, de reintroducción de especies nativas, de abono y recuperación de nuestros suelos para frenar la desertificación, la salinización, la erosión y la degradación de tierras.

(Vea también: Marbelle recordó “cachetadón” de Rodolfo Hernández y quiere se lo dé a Gustavo Petro)

Enrique Gómez (Partido Conservador)

Debe haber un cambio en el papel de las corporaciones autónomas regionales si se quiere la protección del medio ambientes. Eso es indispensable para frenar la expansión en la frontera agropecuaria, en perjuicio de los bosques de Meta y Guaviare.

Esta expansión tiene unas causas, algunas de las cuales se deben a las economías ilícitas a las que hay que perseguir como la minería ilegal, la tala de especies finas y la expansión ilegal del suelo ganadero. Sin embargo creo que lo más importante es acabar con el concepto de las UAF (Unidad Agrícola Familiar) y rehabilitar y habilitar los suelos de la Orinoquía, en donde tenemos siete millones de hectáreas sin explotar, que no implican destrucción de nuestra riqueza forestal y las cuales hemos abandonado sin llevar infraestructura.

Las restricciones de la UAF no son aptas para la economía tecnificada a gran escala, necesitamos llevar a los interesados en expandir a las actividades agropecuarias y pecuarias a la Orinoquía sacarlos de alto valor ambiental, biodiverso y los bosques para generar espacios de inversión tierras con servicios, nuevas ciudades en los Llanos Orientales para evitar la depredación de los bosques en Meta, Guaviare, Caquetá y Putumayo. 

(Vea también: Alto riesgo electoral se extiende a casi todos los departamentos, a días de las votaciones)

Sergio Fajardo (Coalición Centro Esperanza)

Nosotros tenemos el tema de desforestación en toda esta región. Vamos a realizar un proceso de formalización de tierras para que los campesinos que están en esos territorios, se conviertan en los primeros interesados en cuidar ese bosque. Además, los articularemos con asociaciones, ayudaremos a financiar el pago por servicios ambientales, los incorporaremos en proyectos ecoturísticos y les daremos otras alternativas. Ese es el camino que debemos seguir para combatir la deforestación.

Lee También

Rodolfo Hernández (Gobernantes Anticorrupción)

Por segunda vez, la campaña del candidato no respondió a los temas propuestos.