Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por Marizol Gómez   Ago 27, 2024 - 1:11 pm
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La autoridad ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá informó que este año alrededor de 635 loras, pericos y cotorras han llegado a su centro de atención, valoración y rehabilitación de fauna silvestre Cavr, muchas de ellas en deplorable estado de salud.

De hecho, el 37% de estas aves llegan allí tras padecer largos cautiverios, por lo que presentan diversas condiciones que deterioran su salud y van en contravía de sus roles y funciones ecológicas.

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De acuerdo con el Área Metropolitana las especies más comunes que son atendidas en el Cavr son las loras frentiamarillas, los pericos reales y las loras barbiamarillas, especies reconocidas como uno de los grupos de aves más inteligentes.

Según comentó el Área, varias aves arriban al centro con un crecimiento excesivo del pico y de las garras debido a la falta de actividad y estímulos naturales y como consecuencias de un largo cautiverio en espacios no aptos para ellas y con una alimentación inadecuada (maltrato animal).

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“Estamos encontrando enfermedades metabólicas por la dieta que tienen los animales cuando están en cautiverio porque la gente les da a las aves chocolate, agua panela, galletas y arroz, alimientos que para estas aves no tienen los nutrientes necesarios”, indicó Andrés Gómez Higuita, supervisor del Cavr.

Además, otro grupo importante de estos animales presentan graves cuadros de picaje, un comportamiento autodestructivo causado por el estrés crónico y la ansiedad del cautiverio que lleva a que las aves arranquen dolorosamente sus plumas una a una, dejando zonas expuestas en su cuerpo.

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Esta situación, a corto plazo, termina causando lesiones cutáneas, hemorragias y, en casos graves, infecciones. Sin embargo, a largo plazo, las consecuencias pueden ser peores, pues las loras, las cotorras, los pericos y las guacamayas son aves sociales por lo que las que padecen de picaje pueden ser excluidas por parte de otros miembros de su grupo.

Esto agrava aún más el estrés y puede dificultar su reintegración en su hábitat natural, ya que la interacción social es esencial para la adaptación y la supervivencia.

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El Área también denunció que muchos de estos animalitos tienen sus alas cortadas, por lo que se dificulta aún más su proceso de reintegración al medio ambiente.

Por esto, desde el Área Metropolitana del Valle de Aburrá se hizo un llamado a la ciudadanía para denunciar el tráfico y la tenencia ilegal de fauna silvestres, pues el cautiverio puede traer consigo graves riesgos para los animales.

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