El ente acusador informó a través de Twitter que un juez de Barranquilla “impuso medida de aseguramiento no privativa de la libertad” contra el señalado culpable y enfrentará el proceso fuera de prisión.
Bravo no aceptó los cargos pero responderá por “el delito de amenazas”, luego de que las autoridades lo identificaran como la persona que planeó y ejecutó las intimidaciones al médico que trabaja en la Clínica Adela de Char en Soledad y vive en Barranquilla con su familia.
El general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía de la capital atlanticense hizo un seguimiento a los vehículos y las personas que se utilizaron para hacer llegar dos coronas fúnebres al internista y responsabilizó a la pareja sentimental de un colega.
El oficial también aseguró que la investigación descartó que las amenazas tuvieran relación con la atención que Buelvas le ha dado a pacientes con coronavirus y que las motivaciones son otras.
Y aunque no las detalló, Alarcón señaló que las amenazas no proceden de ninguna relación personal del especialista.
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