Dentro del vientre de su madre, de 17 años, murieron dos gemelos que estaban a punto de nacer en la Unidad Materno Infantil de la Fundación Soma, de Chigorodó. El padre de los bebés aseguró que todo se debió a una negligencia porque no había incubadoras para ubicarlos.

Las muertes de los bebés, a quienes iban a llamar Keiler Josue y Einer José se presentó en la tarde del pasado martes cuando los médicos hicieron la verificación de los signos vitales, luego de ponerle un medicamento a la madre para estabilizarla.

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Kevin Colmenares, el papá de los gemelos, relató que “a nosotros nos mandaron de Carepa, de donde somos, para Chigorodó porque no tenían las condiciones para atender el parto. A las 9:00 de la mañana revisaron y los niños estaban bien, pero dijeron que no había forma de atender el parto porque las incubadoras estaban ocupadas y no había para ellos”.

Después de este reporte, de acuerdo con la denuncia de Colmenares, se le hizo una nueva revisión a la madre gestante para ver el estado de los gemelos, se dieron cuenta que ya no tenían signos vitales, lo que comenzó a generar la indignación de los padres de familia.

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“Es muy duro lo que nos pasó, estamos destrozados porque los estábamos esperando con mucha ilusión y ahora por una negligencia médica los perdimos a los dos”, comentó el papá.

El Colombiano consultó a la Clínica Soma, en su sede de Chigorodó. Una de sus directivas expresó que “eso que dicen es falso”, sin entregar más detalles. Acto seguido indicaron que iban a mandar un comunicado para dar claridad sobre lo sucedido, pero hasta el momento este no llegó.

El alcalde de Chigorodó, Eleazar Palacio Hernández, afirmó que no tenía conocimiento de lo ocurrido y destacó que el municipio se cuenta con centros asistenciales de alta categoría para atender los partos.

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Después de confirmarse la muerte de los gemelos, a la progenitora le realizaron el procedimiento médico respectivo y ya están a la espera de que les entreguen sus cuerpos para darle el último adiós.

Ahora el amor de esta familia se destinará a su hija, de 3 años, aunque con el dolor latente de la pérdida de Keiler Josue y Einer José, quienes estaban programados para nacer sobre el 23 de julio. “Si sabían la situación con las incubadoras, nos hubieran buscado un traslado a otro lugar para evitarnos esta gran tragedia”, concluyó Colmenares.