“Solo los delitos graves y las infracciones menores pueden llevar a un juicio político. No cometí ningún delito (ni colusión, ni obstrucción), por lo que no se puede realizar una impugnación”, afirmó Trump en Twitter.

Por su parte, los demócratas se encuentran ante la disyuntiva de iniciar o no un juicio político a Trump luego de la publicación de una versión censurada del informe de la investigación sobre la trama rusa, realizada por el fiscal especial Robert Mueller, que suscita dudas sobre una posible obstrucción a la justicia del mandatario.

Así lo expresaron este domingo dirigentes del Partido Demócrata, como los jefes de dos comités de la Cámara Baja del Congreso, Adam Schiff y Jerrold Nadler.

Schiff, que está al frente del Comité de Inteligencia de la Cámara de los Representantes, no descartó que los demócratas inicien un proceso de destitución contra Trump, aunque se mostró pesimista de que pueda prosperar.

Los republicanos “están dispuestos a llevarle el agua al presidente independientemente de que la conducta del presidente pueda ser corrupta, inmoral y deshonesta”, opinó Schiff en una entrevista a la cadena de televisión ABC News.

Elisabeth Warren

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“Sin embargo -subrayó-, puede que emprendamos un proceso de destitución. Creo que como caucus vamos a decidir qué es lo mejor para el país”.

“Entonces tendremos que decidir ¿Aun así vamos a un proceso de destitución, porque de lo contrario sería una señal de que de alguna manera la conducta de este presidente está bien, o decidimos que es mejor hacer la supervisión en el contexto de audiencias de supervisión por varios comités (del Congreso) en vez de un proceso de destitución formal?”, reflexionó.

Schiff hizo hincapié en que la decisión va a ser “muy significativa”.

El Departamento de Justicia publicó esta semana una versión censurada del informe elaborado por el fiscal especial Robert Mueller sobre su investigación acerca de los presuntos lazos entre miembros del equipo electoral de Trump y Rusia durante la campaña para los comicios presidenciales de 2016, y la posible obstrucción a la Justicia del mandatario.

El documento concluye que no hay “pruebas suficientes para apoyar cargos criminales” relacionados con los “numerosos contactos entre individuos vinculados al Gobierno ruso” y la campaña de Trump, pero arroja dudas sobre una posible obstrucción a la justicia.

Schiff consideró que, “en particular, la obstrucción a la justicia en este caso es mucho peor que cualquier cosa que hizo (el expresidente) Richard Nixon. El hackeo de los rusos a instituciones demócratas, un adversario extranjero mucho más significante que ‘fontaneros’ asaltando la sede demócrata…”.

“Por tanto, sí, diría que en todos los sentidos esto es más significativo que Watergate”, zanjó.