Aunque varios medios de comunicación estuvieron en el lugar para registrar los actos televisados que se programaron para la medianoche del 31 de diciembre del 2020, además de varios agentes de policía que vigilaban que no se presentaran aglomeraciones, no hubo muchedumbre que presenciara el descenso de la icónica y enorme bola de Año Nuevo.

Los neoyorquinos hicieron caso a los llamamientos de la Policía de Nueva York, que un día antes habían insistido en que el público general no debía, ni podía acudir a Times Square para celebrar las últimas horas de 2020 y las primeras de 2021:

“El año que viene nos reuniremos y llenaremos Times Square. (…) Pero este año, ni siquiera intentéis venir a verlo”, pidió el jefe de Departamento de la Policía de Nueva York, Terence Monahan, en una rueda de prensa celebrada el miércoles.

Sin embargo, Nueva York quiso honrar a los trabajadores esenciales permitiendo que unas cuatro decenas de ellos, acompañados por sus seres queridos, vivieran el momento en ese lugar desde pequeños espacios vallados establecidos en el sitio para cada uno de ellos. Entre los afortunados, un pediatra del hospital de Elmhurst, uno de los más afectados por el coronavirus cuando la ciudad se convirtió en el epicentro de la pandemia en la primavera, un técnico de ambulancia, o un repartidor de pizzas que se enfermó de coronavirus.

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Las celebraciones de Nochevieja comenzaron al caer la tarde en Times Square e incluyeron dos himnos que hacían referencia al duro año vivido en todo el mundo: ‘I Will Survive’ (Sobreviviré), que cantó Gloria Gaynor, mientras que Andra Day interpretó el ‘Imagine’ de John Lennon a cinco minutos de la medianoche, como se ha hecho durante años.

También se subieron al escenario neoyorquino Pitbull, que interpretó ‘Don’t Stop the Party’, ‘I Believe That We Will Win’ y ‘Give Me Everything’, y Anitta, que cantó ‘Downtown’, ‘Me gusta’ y ‘Vai Malandra’, aunque tampoco faltó el ‘New York, New York’ de Frank Sinatra en los primeros segundos de 2021, acompañado de fuegos artificiales y confeti.

Normalmente, cientos de miles de personas asisten a la multitudinaria fiesta de fin de año en Times Square, a la que, pese al frío neoyorquino, viajan personas de todo el mundo expresamente para presenciar el evento.

El Año Nuevo en Times Square, una tradición que solo interrumpió la Segunda Guerra

Los festejos en esa plaza se celebran desde hace 112 años, mientras que el descenso de la esfera, que este año ha sido bautizada con el nombre de ‘The gift of happiness’ (El regalo de la felicidad), se ha convertido en todo un icono.

Fueron los dueños del periódico The New York Times quienes en 1904 comenzaron a celebrar la entrada del año en la azotea de su edificio, situado en Times Square, utilizando una esfera iluminada para marcar el cambio de año. Ese año, el entonces editor del periódico, Adolph Ochs, quiso organizar un espectáculo de fuegos artificiales en la azotea de la flamante sede del diario para marcar el traslado del medio a sus nuevas oficinas.

Sin embargo, no sería hasta tres años después cuando hizo su aparición la mítica bola, que entonces pesaba 317 kilogramos, tenía un diámetro de metro y medio y contaba con un centenar de bombillas blancas adosadas.

Más de un siglo más tarde, y después de haber faltado sólo en 1942 y 1943 como consecuencia de la II Guerra Mundial, la bola está compuesta por 2.668 triángulos de cristal, iluminada por 32.256 bombillas led rojas, azules, verdes y blancas que forman una paleta de 16 millones de colores, y pesa 5.386 kilogramos.