“A todos aquellos a los que de algún modo haya perjudicado, pido perdón de corazón”, se lee en el documento, titulado “Mi testamento espiritual” y publicado por la Santa Sede el día del deceso del alemán.

(Vea también: “De los más importantes de la humanidad”: despedida de Iván Duque para Benedicto XVI)

Benedicto XVI, cuya capilla ardiente empezará el lunes 2 de enero de 2023 y su funeral será el jueves 5 del mismo mes, inició el escrito póstumo agradeciendo a Dios por guiarlo en “varios momentos de confusión”.

Asimismo agradeció a sus padres, que le dieron la vida “en un tiempo difícil”, en la Alemania de entreguerras, en 1927, cuando el país se encaminaba al nazismo.

También expresó su agradecimiento a “los muchos amigos, hombres y mujeres” que le acompañaron a lo largo de su vida y a los maestros y alumnos que tuvo, así como a su Baviera natal, donde, dijo, siempre vio “aparecer el esplendor del Creador”.

De hecho, se dirigió directamente al pueblo germano: “Rezo porque nuestra tierra siga siendo de fe y les pido, queridos compatriotas: no se dejen desviar de la fe”.

En este sentido, Benedicto XVI dejó escrito un alegato en defensa de la fe frente a las interpretaciones filosóficas y supuestamente científicas que tratan de aplacarla o restar su importancia.

“A menudo parece que las ciencias son capaces de ofrecer resultados inconfundibles frente a la fe católica”, apuntó.

Por último, Benedicto XVI, retirado en un monasterio vaticano hasta su muerte desde su histórica renuncia en 2013, pidió “humildemente” rezar por él.

“Para que el Señor, no obstante todos mis pecados e insuficiencias, me acoja en el hogar eterno. A todos los que me han encomendado, día a día, va de corazón mi oración”, termina.

Lee También

El papa emérito Benedicto XVI muere a los 95 años de edad

En video, así fueron sus últimos días: