El sacerdote, que fue detenido acusado de violencia sexual agravada, se salvará de ir a la cárcel porque cumplirá el arresto en su casa, ubicada en la pequeña localidad de Bagni di Lucca. El otro castigo que recibió se lo notificó el arzobispo de Florencia, que le prohibió celebrar misas, informa Clarín.

El pedófilo anciano trató de explicar su repudiable conducta al medio Corriere Fiorentino, donde aseguró que el demonio le puso “una zancadilla”, y que lo que hizo fue “una estupidez”. Además, reconoció haber estado con la menor en otras ocasiones:

“Hay una simpatía recíproca con la chica. Cuando supe que tenía 10 años…yo le daba 15. […] La chica se levantó la remera por su voluntad, yo no le dije que lo hiciera, puede ser que en su casa reciba poco amor de sus padres”.

El sacerdote se mostró confiado en Jesús y María, y dijo que después de su grave falta, lo que debe hacer es rezar, porque es así como se resuelven los problemas y porque la fe es fundamental, dijo. Y cuando le preguntaron si antes había tenido alguna relación de carácter sexual con otra niña lanzó una cínica respuesta:

“Algunas pocas veces”.

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De acuerdo con el juez del caso, el sacerdote habría seguido delinquiendo de no ser porque 2 vecinos de la niña lo sorprendieron, agrega Todo Noticias, que recoge la historia.

Los padres de la niña, cuya identidad permanece en reserva, han tenido problemas en la formación de sus hijos, por lo que son vigilados por las autoridades. Dijeron sentirse culpables de lo sucedido al no darse cuenta de quién era el hombre que entraba a su casa, se llevaba a sus hijos y les daba dinero cada mes.

El padre de la menor, al igual que su esposa, tiene una discapacidad física. Por eso, la presencia del padre Glaentzer fue como una bendición para ellos, según contó.

“Me lo presentaron 20 años atrás. Creí que era una buena persona. Ha visto nacer y crecer a mis hijos. Venía a cenar y hasta nos ayudaba a lavar los platos”, dijo.

Este caso es apenas uno más de los cientos que se han revelado en los últimos años y que han representado uno de los problemas más serios de la Iglesia católica en todo el mundo. Incluso, el papa Francisco ha estado en problemas por defender a sacerdotes con graves acusaciones de abuso sexual en su contra, aunque también ha ordenado varias investigaciones al respecto.