La reunión tuvo lugar por después de que el presidente Iván Duque reiterara que el régimen venezolano protege en su territorio a grupos guerrilleros.

Pero el hecho principal que motivó el encuentro fueron las declaraciones del ministro de Defensa, Diego Molano, quien la semana pasada aseguró que algunos hombres y unidades de la Fuerza Militar Bolivariana se han movilizado a la frontera con Colombia “con el apoyo y la asistencia técnica de Rusia e Irán”.

Tales aseveraciones fueron rechazadas por la embajada de Rusia en Colombia que las consideró “irresponsables [viniendo] de un miembro del Gabinete gubernamental“.

En un comunicado, esa embajada agregó que “constata con perplejidad los continuos intentos de acusar sin fundamentos a la Federación de Rusia de la presunta injerencia en los asuntos de Colombia“.

¿En qué quedaron Rusia y Colombia tras el encuentro en la Casa de Nariño?

El encuentro, que tuvo lugar en la Casa de Nariño, fue organizado con la idea de aclarar los objetivos de la presencia militar de Rusia en Venezuela.

“El embajador ruso nos ha expresado que ninguna cooperación militar de Rusia a Venezuela se utilizará jamás para una acción militar en contra de Colombia y de ningún país de América Latina, ni para afectar la estabilidad de la región”, expresó a periodistas la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, tras la reunión con el diplomático.

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La canciller colombiana detalló que los diplomáticos rusos entendieron “la preocupación expresada por el ministro por la situación que hay en la frontera” por “la presencia de grupos ilegales, de narcotráfico, que están generando tanta violencia en Arauca”.

“Requerimos nosotros que no haya el más mínimo riesgo de que la cooperación militar que existe entre Rusia y Venezuela desde mucho tiempo atrás no vaya, eventualmente por descuido o por la razón que sea, a terminar cualquier equipo militar ruso en manos de grupos ilegales que hacen presencia en la frontera”, añadió Ramírez.

Igualmente, Ramírez dijo que ambos países mantendrán “una conversación fluida, directa, respetuosa, muy franca siempre, sobre cualquier preocupación que tenga el gobierno colombiano” porque al final la obligación del Gobierno “es garantizar a todos los colombianos la seguridad necesaria”.

“Le hemos planteado al embajador ruso que para Colombia es indispensable que en esto se apliquen unos protocolos (…) que es el certificado de usuario final, de tal manera que siempre haya la garantía de que ningún equipo se utilizará por nadie diferente a las Fuerzas Militares venezolanas y mucho menos con la intención de agredir a ningún país de la región”, recalcó.

Según el Gobierno colombiano, Venezuela protege a las disidencias de las Farc y al Eln, que preparan desde allá atentados contra la población civil y la fuerza pública, así como contra los oleoductos y la infraestructura eléctrica.