La isla quedó incluida en esa oprobiosa lista de países lista por petición de Colombia, al albergar a los negociadores de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y negarse a extraditarlos después del atentado terrorista en la Escuela de Policía General Santander.

Con la llegada de Iván Duque al poder, y de Donald Trump en EE. UU., Bogotá pidió a Washington que declarara a Cuba un país que estimulaba las actividades terroristas, decisión que el nuevo gobierno de Gustavo Petro controvirtió.

Sin embargo, durante la visita del secretario Blinken a Colombia, este lunes, el tema volvió a surgir. El alto funcionario dio a entender que la decisión sobre Cuba se mantiene, pero dejó abierta la posibilidad de reconsiderarla:

“Nosotros tenemos criterios claros, leyes claras, requisitos claros y seguiremos considerándolo y viendo si Cuba seguirá mereciendo tal designación”, dijo Blinken.

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Por su parte, Petro le dijo claramente que el hecho de que Cuba esté en esa lista es “una injusticia”, ya que fue el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos (2010-2018) quien pidió a la isla que albergara primero las negociaciones de paz con las Farc, que incluso el Gobierno estadounidense, entonces encabezado por Barack Obama respaldó, y luego que lo hiciera con el Eln.

“Eso se llama una injusticia. Por lo tanto en mi opinión […] debe ser corregida”, dijo Petro, quien intenta reactivar las negociaciones de paz con el ELN, después de cuatro años paralizadas por encontronazos y desentendimientos entre las partes.

Precisamente este domingo la delegación de diálogos del Eln dejó La Habana para “retornar” a Colombia, o las zonas donde tienen presencia, como parte de estas negociaciones.

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La cúpula del Eln, incluido su líder, Eliécer Herlinto Chamorro, alias ‘Antonio García’, y miembros del Comando Central (Coce), como Israel Ramírez, alias ‘Pablo Beltrán’, estaban en Cuba desde el comienzo de los diálogos y su regreso a los campamentos de la guerrilla es un paso previsto en los protocolos para que la guerrilla pueda reconectarse con sus filas de cara a la negociación.

Para ello, uno de los primeros pasos que dio el Gobierno de Petro al anunciar su intención de retomar los diálogos fue la suspensión de las órdenes de captura y extradición contra los negociadores del Eln que estaban en Cuba para que pudieran viajar.