Tras divulgarse el sorpresivo vuelco de tendencia en los comicios, favorable al presidente Evo Morales, los incidentes se desataron primero en Sucre, capital administrativa de Bolivia, reportó la AFP.

Al reanudarse el conteo rápido, tras una suspensión de 20 horas, el repunte de Morales lo dejaban a un paso de ganar la reelección en primera vuelta, lo cual generó sospechas en sus contradictores.

Evo Morales

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El candidato Carlos Mesa, quien iría a la segunda vuelta en caso de no ser suficiente la ventaja de Morales, había denunciado que el gobierno y el ente electoral estaban fraguando un fraude para “eliminar el camino a la segunda vuelta” y llamó a la ciudadanía a defender el voto en las calles.

En medio de gritos de “¡fraude!” y “¡Sucre de pie, nunca de rodillas!”, los protestantes entablaron un intenso enfrentamiento con policías en las oficinas departamentales del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), dejando un saldo parcial de tres heridos, confirmó luego la agencia gubernamental de noticias ABI.

Un grupo de policías de bajo rango marchó por la plaza de armas, diciendo que no reprimirían a la gente. Casi a la misma hora, otros grupos de opositores atacaron la sede departamental del OEP de la ciudad minera de Potosí. Primero se enfrentaron con piedras y palo con la policía que respondió con el uso de gases lacrimógenos, reportó el diario El Potosí.

De manera simultánea la oficina electoral de la ciudad andina de Oruro, al sur de La Paz, estuvo cerca de ser atacada, pero la policía dispersó a los manifestantes con equipos antimotines. Incidentes de menor grado se reportaron en las ciudades de Tarija, Cochabamba y Cobija, donde la policía también dispersó a manifestantes.

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En La Paz, grupos de opositores protestaban en las calles acusando al tribunal electoral de urdir un fraude en favor de Morales, mientras los oficialistas reivindicaban la reelección del gobernante indígena en primera vuelta.