Según explicaron expertos, a pesar de que esas variaciones de velocidad son muy pequeñas (cambiarían la duración del día en apenas un milisegundo), estas podrían provocar la liberación de grandes cantidades de energía subterránea, explica The Guardian. Las regiones más afectadas podrían ser las zonas tropicales de la Tierra, entre las que está nuestro país.

La relación entre ambos fenómenos fue expuesta en el Geological Society of America por el profesor Roger Bilham, de la Universidad de Colorado, y la profesora Rebecca Bendick, de la Universidad de Montana.

Bilham indicó:

“La correlación entra la rotación de la tierra y la actividad sísmica es fuerte y sugiere que habrá un incremento en el número de intensos terremotos el próximo año”.

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Los expertos encontraron que ha habido períodos de más o menos 5 años en los que la rotación de la Tierra disminuyó el mismo número de veces en el siglo pasado. Después de ellos, empezó una época en la que los sismos fuertes aumentaron, recoge International Business Times.

La investigación no es poca cosa, ya que según el citado medio británico, la rotación de nuestro planeta empezó un período de disminución en su velocidad hace más o menos 4 años. Según el profesor de la U. de Colorado, la “interferencia” es clara. Por eso dijo:

“El próximo año podríamos ver un aumento significativo en el número de terremotos. Este año la hemos tenido fácil. Hasta ahora hemos tenido 6 temblores fuertes. Fácilmente podríamos tener 20 anuales, empezando en 2018”.

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