La abogada Jennifer Robinson le dijo a la agencia EFE:

“Si el Reino Unido quiere demostrar que es un país que respeta sus obligaciones de derechos humanos y compromisos con la ONU, ha llegado el momento de que permita a Assange disfrutar de su libertad”.

Robinson, que representa al experto informático desde 2010, agradeció además al Gobierno de Quito que proteja a su cliente “pese a las significativas presiones políticas”, y que trate de hallar una salida a su encierro, “mediante esta última petición de mediación”.

El Ejecutivo británico insistió por su parte en que “el Gobierno ecuatoriano sabe que la única manera de resolver este asunto es que Julian Assange deje la embajada y se enfrente a la Justicia”.

La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, anunció este miércoles que su Gobierno analiza la posibilidad de que un tercer país o una personalidad medie en la búsqueda de una solución definitiva al caso de Assange, que está refugiado en la embajada del país andino en Londres desde el 19 de junio de 2012.

El activista era requerido desde 2010 por las autoridades suecas a raíz de las acusaciones de dos mujeres por supuesto abuso sexual -que él negó-, pero finalmente Suecia archivó la causa el pasado mayo al no poder avanzar en la investigación.

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Sin embargo, sigue asilado por el riesgo de que, si deja la embajada, será detenido por las autoridades británicas y deportado eventualmente a Estados Unidos, donde teme ser juzgado por la publicación en WikiLeaks de documentos militares y diplomáticos de carácter confidencial.

La Policía de Londres ha advertido que tiene pendiente arrestar a Assange por haber quebrantado las condiciones de su libertad condicional impuestas por un tribunal británico en 2012.

Robinson, del bufete londinense Doughty Street Chambers, subrayó que su cliente tiene “el derecho fundamental a la protección frente a la persecución de Estados Unidos” y recordó que en 2016 el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detenciones Arbitrarias concluyó que el australiano está en una “situación de detención arbitraria”.

Según la abogada, el riesgo de persecución por parte de las autoridades estadounidenses “ha aumentado si cabe en los últimos meses, debido a la guerra contra WikiLeaks de la administración de (el presidente Donald) Trump”.

Espinosa dijo el martes que la situación de Assange en la embajada, a la que llegó tras dos años de arresto domiciliario en Inglaterra, “no es sostenible” desde el punto de vista humano, al tiempo que renovó el compromiso de su Gobierno con su protección.

Con EFE

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