En Twitter, las autoridades noruegas escribieron:

“Un hombre borracho se sentó en un taxi en Copenhague en 2017. Llegó a Abildsø en 2018. Se fue del taxi sin pagar. Lo encontramos en su casa, durmiendo en su cama. Ahora está despierto y pagará”.

La historia, naturalmente, ha dejado impresionados a muchos usuarios de esa red social, ya que para viajar entre la capital de Dinamarca y la capital de Noruega (donde está el barrio Abildsø), hay que atravesar cerca de 600 kilómetros, poco más de la distancia que hay entre Bogotá y Popayán.

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La anécdota tiene un ingrediente más. Para llegar a Noruega, el taxi tuvo que atravesar un país antes: Suecia. Es decir, el vehículo multinacional estuvo en 3 países distintos en una sola carrera. Según ABC, si se respetan todas las reglas de tránsito en Europa, la travesía dura más o menos 7 horas.

Todo indica que el borracho estaba en una fiesta y se sintió mal antes de la medianoche del año nuevo, por lo que el cambio de 2017 a 2018 lo pasó en el taxi, aunque no se sabe cómo estaba en ese momento. Al subir al carro, por supuesto, tuvo que convencer al conductor de que en efecto estaba dispuesto a hacer un recorrido tan grande justo en ese momento.

Lo malo es que cuando llegaron a Noruega, el pasajero decidió huir sin pagar los 1.800 euros que le costaba la carrera (más de 6 millones de pesos colombianos). Y peor aún, al taxista se le acabó la batería del carro después de hacer el recorrido. La policía, sin embargo, intervino en el asunto y se encargó de que la deuda fuera pagada. El taxista regresó a su país ayudado por un carro de asistencia, agrega La Vanguardia.

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