Durante una tarde de marzo del año pasado, Amy Yang, cocinera casera, estaba pescando en el río Cumberland de Kentucky cuando encontró el motivo de su búsqueda: un grupo de ondas y aletas brillantes que pertenecían a la carpa asiática, ahora conocida como pez copi, una especie de pescado presente, más que todo, en Estados Unidos.

(Vea también: [Video] Perro fantasma que apareció en Bolivia, se vuelve viral en redes sociales)

La carpa asiática (Cyprinus carpio koi) es una agrupación de cuatro especies: la carpa cabezona, la carpa herbívora, la carpa negra y la carpa plateada. En EE. UU., este pez es considerado como una amenaza para los Grandes Lagos. Según el Servicio Geológico de ese país, al ser introducida durante el siglo 19 para controlar una plaga, el pez copi se ha reproducido rápidamente en las vías fluviales del sur y el medio oeste, y su abundante crecimiento ha matado a otras especies nativas y deformado el ecosistema.

(Lea también: [Video] Cabra con pañal disfrutó de un paseo por la playa y hasta se dio un chapuzón)

En muchos ríos, los peces han evolucionado para ser más delgados o tener formas extrañas y así pasar desapercibidos por los copis. Además, si estos llegan a los Grandes Lagos, podrían destruir su ecosistema. La amenaza es tan terrible que el gobierno estadounidense ha gastado miles de millones en construir represas eléctricas para atrapar a estos peces río abajo. Sin embargo, durante esa tarde en el río Kentucky, Yang estaba interesada en pescar al pez copi con un propósito diferente: hacerlo parte de su menú; en pocas palabras, consumirlo.