“Solo puedo decir que los obispos son unos hijos de puta, maldita sea. Eso es cierto”, dijo Duterte en un discurso durante una ceremonia de inauguración de una escuela al norte de la capital, Manila, publica Reuters.

El polémico político no mencionó ninguna razón en particular para su crítica de la iglesia el jueves, que incluía una sugerencia de que la mayoría de los obispos son homosexuales, explica la agencia de noticias británica.

“La mayoría de ellos son gais”, dijo. “Deberían salir a la luz, cancelar el celibato y permitirles tener novios”, añadió el mandatario.

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El presidente, quien no asiste regularmente a la iglesia, dijo al principio de su presidencia que fue abusado sexualmente por un sacerdote cuando era un niño.

Francis Lucas, un funcionario de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, rechazó las críticas del presidente diciendo que todos deberían mostrar moderación, finaliza Reuters.