La enfermera uzbeca Gulchejra Bobokulova se hizo tristemente célebre cuando en febrero de este año se paseó por las calles de Moscú, cerca de una estación de metro, con la cabeza de una niña a quien estaba cuidando y a quien acaba de asesinar.

Apenas comenzó el juicio en una corte de Moscú, la mujer de 39 años se declaró culpable de asesinato de la pequeña de 4 años: “Reconozco mi culpabilidad”, destacó el Daily Mail.

RadioFreeEurope recuerda que en una audiencia en marzo de este año, la mujer, madre divorciada y con tres hijos, aceptó su culpabilidad y dijo que “Alá le había ordenado hacerlo”.