Seguro no es la primera vez que usted escucha de los deseos de la humanidad por conocer Marte. De hecho, la Nasa ya planeó la continuidad del rover Perseverance, que se encuentra actualmente en la superficie del planeta rojo para recolectar muestras de rojas y devolverlas a la Tierra.

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La agencia espacial dijo que otras actividades para explorar Marte, diferentes a Perseverance, podrían comenzar cada dos años, a partir de 2030, con un costo de alrededor de 300 millones de dólares. También se habló de llevar a cabo un módulo de aterrizaje robótico de 1,1 millones de dólares, llamado Mars Life Explorer, que perforaría 2 metros en depósitos de hielo de latitudes medias. Sin embargo, ambas respuestas todavía requieren de aprobación.

El director del Programa de Exploración de Marte de la NASA, Eric Ianson, también afirmó que le gustaría reemplazar las comunicaciones y las capacidades de imágenes de alta resolución proporcionadas por sus orbitadores envejecidos.

Durante varios años, los científicos planetarios han estado investigando cómo podrían ser las misiones más baratas a Marte. En 2018, un par de pequeñas naves espaciales, llamadas Mars Cube One, volaron junto con el módulo de aterrizaje InSight, transmitiendo con éxito su señal a la Tierra mientras pasaban por el planeta. El helicóptero Ingenuity también llegó con Perseverance en 2020 a la superficie del planeta rojo, y ya ha realizado 44 vuelos más de los planeados.

En un intento por analizar otras misiones de bajo costo a Marte, la Nasa recibió casi 39 misiones propuestas que contemplaban orbitadores para estudiar los vientos marcianos, el clima o las pequeñas variaciones en la atracción gravitatoria del planeta.

Otras ideas incluían el uso de helicópteros independientes que llevaran instrumentos para estudiar la geología de Marte y paracaídas para poner microlanders en los polos para estudiar el agua líquida.

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Ianson espera que las misiones se beneficien de la mayor disponibilidad de proveedores de lanzamiento de cohetes pequeños. Pero sacar pequeñas naves espaciales de la órbita terrestre baja sigue siendo un gran obstáculo. La agencia ahora está explorando la posibilidad de un remolcador que podría empujar las misiones fuera de la órbita y llevarlas a Marte.

La siguiente fase del programa de Marte de la Nasa retendría temas tan familiares como la búsqueda de vida y la historia geológica del planeta, dijo Ianson. Pero algunas misiones también avanzarían en la eventual exploración humana del planeta, como los intentos de pronosticar tormentas de polvo o caracterizar sitios potenciales ricos en hielo que podrían proporcionar combustible y alimento para los astronautas.

La misión de retorno de muestras de Marte seguirá siendo el componente más importante del programa en el futuro cercano, con 949 millones de dólares solicitados en el año fiscal 2024 de Estados Unidos.