Aunque sintió dolor en ese momento y notó sangre en los guantes de la doctora, la galena le aseguró que todo estaba bien, contó la mujer a The Siberian Times.

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Después de esa cita, continuó con “una sensación desagradable” en su parte media del cuerpo, por lo que asistió a una clínica privada para verificar que, efectivamente, no hubiera ocurrido algo malo. Fue ahí cuando se enteró de que su himen estaba parcialmente roto, indicó ese medio.

La mujer, de quien no se reveló su identidad, es cristiana ortodoxa y su creencia le ordena mantenerse virgen hasta su noche de bodas. “Estos son mis principios y yo quería quedarme con ellos”, sostuvo al diario.

Agregó que sufrió bastante cuando le dieron la noticia y lloró varios días por lo ocurrido, sobre todo porque su novio canceló el compromiso para casarse. De acuerdo con ella, el hombre no creyó que fuera posible un caso tan insólito como ese.

La mujer denunció ante la justicia a la clínica que la perjudicó, y un tribunal de Novosibirsk, ciudad de la que es originaria, dictaminó que el establecimiento debía indemnizarla con 45 mil rublos (alrededor de $ 2’250.000 pesos).

Ella y su abogada pedían 2 millones de rublos (un poco más de $ 100 millones), y aunque la cifra de compensación es mucho menor, ambas se mostraron satisfechas por el resultado. Según The Siberian Times, esto se debe a que en Rusia hasta ahora se están empezando a reconocer casos de daños morales, y que haya una reparación monetaria para la mujer es muy significativo.

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