Por la mañana, cientos de estudiantes se concentraron de forma espontánea frente a las rejas del parque donde se sitúa el museo, y hubo enfrentamientos con la policía cuando varios de ellos intentaron traspasar el cordón policial para acercarse a los restos del edificio.

Durante las protestas los manifestantes hacen continuas referencias al abandono que sufría el museo por parte del poder público y a los recortes implantados por el Gobierno de Michel Temer en cultura, ciencia y educación.

Protestas por incendio en el Museo Nacional de Río de Janeiro
“Congelar fondos de la ciencia, cultura y la educación es fuego”, dice la pancarta de una de las manifestantes. / AFP / Daniel RAMALHO

Al otro lado del cordón policial, frente a las ruinas de la histórica construcción, los ministros de Educación, Rossieli Soares, y de Cultura, Sergio Sá Leitao anunciaron que comenzó este mismo lunes el proceso de reconstrucción del lugar.

Soares afirmó que la reconstrucción comenzará con la inmediata entrega de 10 millones de reales (unos 7.000 millones de pesos) “para garantizar la estructura física y la seguridad, incluso estructural“, del Museo Nacional.

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Ello debido a que la Defensa Civil decretó la intervención de la edificación de 200 años tras una inspección en la que se concluyó que, pese a que la fachada y las paredes externas siguen en pie, los muros internos y los pisos fueron comprometidos por el fuego y pueden desplomarse en cualquier momento.

El ministro agregó que, en una segunda fase, se destinarán 5 millones de reales más (unos 3.500 millones de pesos) para financiar un proyecto ejecutivo de reconstrucción que aún no está definido, pero que tendrá el apoyo de la Unesco.

El jefe de la cartera de Educación precisó que también va a pedir ayuda internacional para, en una tercera fase, montar un nuevo acervo para el museo.

El propio presidente brasileño, Michel Temer, anunció que, para esta tercera fase, convenció a una serie de entidades financieras públicas y privadas a que aporten recursos a un fondo para adquirir la nueva colección.

“Componen inicialmente esa sociedad por la memoria nacional” la Federación Nacional de Bancos (Febraban) y los bancos privados Itaú, Brasdesco y Santander, indicó la Presidencia en un comunicado, que citó entre las entidades públicas que se sumaron a la iniciativa el Banco do Brasil, la Caixa Económica Federal, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y la petrolera Petrobras.