Giuliani también dijo en una entrevista con The Washington Post que cuando el abogado Michael Cohen le pagó 130.000 dólares a Daniels para comprar su silencio, “él (Cohen) sabía que Trump le reembolsaría el dinero, como ha ocurrido con otros gastos”.

Ante esa declaración de Giuliani, el ‘Post’ advierte que de ser cierto eso, podría calificarse como un gasto relacionado con la campaña dado que se hizo unos días antes de las elecciones, independientemente de cuál bolsillo salieron los recursos.

Y pese a que Trump dijo en su cuenta de Twitter este jueves que esos dineros no habían salido de la campaña (lo que de paso confirmó que Trump sí le había devuelto el dinero a su abogado), The Washington Post dice que tal declaración no eximiría de culpa al mandatario en cuanto a que sí serían considerados fondos de campaña y una violación de la normas, si se tiene en cuenta que ni el pago por parte del abogado a Stormy Daniels ni el reembolso de Trump a su abogado jamás fueron debidamente reportados.

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El diario capitalino también enfatiza en que Trump cometió otro pecado: “Mentirle (descaradamente) a su país mientras lo miraba a los ojos” sobre este caso; primero, al asegurar que ni siquiera conocía a la actriz, luego por decir que la mujer quería fama y dinero, después por afirmar que su abogado Cohen jamás “hizo nada indebido”… y la lista continúa.

The New York Times, de otro lado, reporta que el asunto con ese dinero es que es considerado como parte de la campaña porque el objetivo al desembolsarlo era afectar las elecciones, en este caso silenciar a Daniels, era para evitarle un escándalo a Trump que podría haberle torpedeado su presidencia.

Además, el monto por 130.000 dólares es considerado una contribución a la campaña por parte de Cohen (así fuera un préstamo), pero excede el máximo que, según las leyes de campaña, un solo individuo puede hacerle a un candidato.

Como si lo anterior fuera poco, el ‘Post’ también advierte acerca de mentiras de Trump sobre el exdirector del FBI, James Comey, y sobre la responsabilidad del mandatario en la injerencia rusa en las elecciones, pero esa es otra historia.