No está claro si esta joven murió al dejar de alimentarse apoyada por sus padres o logró que se le aplicara la eutanasia en un centro autorizado en Holanda.

Según Fox News, la adolescente sufrió de estrés postraumático, depresión y anorexia luego de ser tocada sendas veces, cuando tenía 11 y 12 años, y de ser violada por dos hombres cuando tenía 14 (no se menciona la identidad ni la cercanía de los agresores).

Pothoven, que era conocida en Holanda por haber escrito su autobiografía titulada ‘Winnen of leren’ (‘Ganar o aprender’, en neerlandés), en la que reconocía haber sido víctima de los mencionados abusos sexuales y agresiones, se despidió de sus seguidores en la red social Instagram anunciando que había decidido poner fin a su vida.

“No me voy a andar con rodeos: voy a estar muerta como mucho en 10 días. Tras años de lucha, mi lucha ha terminado. Por fin voy a ser liberada de mi sufrimiento porque es insoportable. No me intenten convencer de que esto no es bueno. Es una decisión bien considerada y definitiva”, escribió en su mensaje de despedida.

Según relató, había “dejado de comer y beber durante un tiempo” y subrayó que estaba “todavía respirando pero sin estar viva”, lo que la llevó “después de muchas conversaciones y revisiones” a cometer supuestamente un suicidio asistido.

La hermana de Noa confirmó al diario holandés AD que la menor murió el pasado domingo.

Según publica el New York Post, en Holanda la eutanasia es permitida en niños entre 12 y 16, con permiso de alguno de sus padres, una vez un médico haya diagnosticado que el sufrimiento del menor es insoportable y proclive a continuar.

Pero como la joven Pothoven ya había cumplido los 17 años, no necesitaba de dichas autorizaciones.

Dice el mismo medio que en principio, los padres de la joven no se enteraron de los abusos ni de la tortura mental que atravesaba su hija, hasta que un día su madre descubrió en la habitación de la adolescente un sobre plástico con cartas de despedida para distintas personas, entre ellas sus padres.

“Yo estaba en ‘shock’. No entendía por qué se quería morir, si mi hija era dulce, bonita, inteligente, sociable y siempre alegre”, dice Lisette, su madre, citada por el ‘Post’.

Su padre Frans, además, dice que la niña se sometió a terapia con electrochoques y que él mismo tenía la esperanza de que su hija encontrara algo a qué aferrarse a la vida, como enamorarse de alguien o alguna actividad que la apasionara, pero al parecer todo lo que intentaron fue en vano.

El caso ha llamado especialmente la atención por el hecho de que al parecer la familia ayudó o en últimas no se opuso a que la joven tomara su decisión de dejar este mundo.

Dr. Muerte

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Por su parte, el papa Francisco afirmó sobre el caso este miércoles que “la eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos” y que la respuesta a la persona que sufre tiene que ser no abandonarla, en un mensaje en Twitter.

“La respuesta que hemos de dar es no abandonar nunca a quien sufre, no rendirnos, sino cuidar y amar a las personas para devolverles la esperanza”, se lee en un tuit de la cuenta de Francisco.

Sobre este caso también se había expresado en Twitter la Pontificia Academia para la Vida, que calificó la muerte de la joven como “una gran pérdida para cualquier sociedad civil y para la humanidad”.

“Tenemos que reafirmar siempre las razones positivas para la vida”, añadió la institución vaticana.