Ana Giménez, con la ayuda y el apoyo de sus hijas, había tomado valor de contarles a las autoridades de Sant Joan les Fonts la violencia que había recibido durante 30 años de matrimonio por parte de Antonio Jiménez, relata el diario El País.

La cocinera de una escuela local logró grabar una conversación telefónica donde su marido la amenazaba e insultada. Esa charla fue llevada ante una juez, quien lo incriminó con el delito de amenazas leves y lo obligó a abandonar la casa donde compartían desde que se casaron.

El País habló con un tío de Ana y este contó que el hombre había echado de la casa a una de sus hijas, “la otra se había ido aburrida” y tenía amenazada a la suegra: “Las hubiese atropellado a todas”.

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El señor Jiménez ya había amenazado con quemar la casa con su esposa e hijas dentro: “Encontraron más de 200 litros (de gasolina) en el garaje”, confirmó el familiar de Ana.

El crimen sucedió este sábado cuando el personaje de 53 años le disparó 2 veces en la cabeza y luego la atropelló con un Hyundai Tucson negro, arrollando también a su hija mayor y dejándola gravemente herida.

Hora y media después se encontró el cuerpo “colgado” del homicida.