El también jefe del Parlamento, de mayoría opositora, reiteró su llamado a una marcha el próximo martes, Día de la Juventud, en memoria de los fallecidos -unos 40 en disturbios desde el 21 de enero, según la ONU-, y para exigir que se permita el ingreso de la ayuda.

Guaidó aseguró que los soldados se convierten en “victimarios” y “casi genocidas”, por “acción” cuando “asesinan” a jóvenes que protestan y “por omisión” cuando “no permiten la ayuda humanitaria”.

Las declaraciones las hizo al término de una misa en Las Mercedes, este de Caracas, con su esposa Fabiana Rosales y su bebé de 20 meses.

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Medicinas y alimentos enviados por Estados Unidos permanecen desde hace tres días en bodegas del centro de acopio instalado en Cúcuta, cerca del puente fronterizo Tienditas, bloqueado por militares venezolanos con dos contenedores y una cisterna.

Nicolás Maduro sostiene de su lado que la “emergencia humanitaria” es “fabricada desde Washington” para “intervenir” al país petrolero, califica de “show político” el despliegue de la ayuda y culpa de la escasez de alimentos y medicinas a sanciones de Estados Unidos.

En la peor crisis de su historia moderna, Venezuela sufre escasez de productos básicos e hiperinflación. Huyendo de la debacle, unos 2,3 millones de venezolanos emigraron desde 2015, según la ONU.