
El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco continúa en su segundo día sin que se haya alcanzado un consenso. Hasta el momento, se han producido dos fumatas negras, indicando que ningún candidato ha obtenido los 89 votos necesarios de los 133 cardenales electores para ser nombrado pontífice.
Entre los nombres que suenan con fuerza se encuentra el cardenal Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, conocido por su enfoque progresista y su compromiso con los migrantes y los más desfavorecidos . También se menciona al cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, como un posible candidato de consenso.
(Vea también: Fumata negra: los cardenales no logran elegir al nuevo papa en el primer intento)
Se espera que las votaciones continúen a lo largo del día, con la posibilidad de que se realicen hasta cuatro rondas diarias. Si se alcanza un acuerdo, se emitirá la fumata blanca, señalando la elección del nuevo papa . La atención mundial permanece centrada en la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles aguardan el anuncio del próximo líder de la Iglesia Católica.
El cónclave más largo de la historia: casi tres años
El récord lo ostenta el cónclave de 1268, que comenzó el 29 de noviembre de ese año en la ciudad italiana de Viterbo y terminó el 1 de septiembre de 1271, con la elección de Gregorio X. Durante 2 años y 9 meses, los cardenales fueron incapaces de llegar a un consenso, lo que causó una enorme frustración tanto dentro como fuera del clero.
La situación fue tan extrema que las autoridades civiles de Viterbo intervinieron: encerraron literalmente a los cardenales, les quitaron el techo del edificio y redujeron sus raciones de comida para obligarlos a decidir. Esta experiencia fue tan determinante que dio origen a la palabra “cónclave”, que proviene del latín ‘cum clave’ (con llave), haciendo referencia al encierro forzado de los votantes.
El más corto: solo 3 horas para elegir al sucesor
En el otro extremo está el cónclave que eligió al papa Pío III el 1 de octubre de 1503. En apenas 3 horas desde su inicio, los cardenales se pusieron de acuerdo y nombraron al nuevo pontífice. El proceso fue extremadamente rápido, en parte porque Pío III era una figura de consenso tras la agitación generada por su predecesor, Alejandro VI.
Sin embargo, su pontificado también batió un récord, pero por su brevedad: murió solo 26 días después de su elección, convirtiéndose en uno de los papas con reinado más corto en la historia.
Estos casos demuestran que, aunque los cónclaves están rodeados de tradición y solemnidad, también pueden ser escenarios de crisis, presión política y decisiones inesperadamente rápidas.
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