
El Vaticano se encuentra en la fase final de los preparativos para el cónclave que comenzará el 7 de mayo de 2025, destinado a elegir al sucesor del papa Francisco, quien falleció el 21 de abril a los 88 años.
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La organización de este evento es de gran trascendencia para la Iglesia Católica y se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, un lugar cargado de historia y simbolismo.
Preparativos del Vaticano para el cónclave
Los operarios del Vaticano han trabajado intensamente para acondicionar la Capilla Sixtina para el cónclave. Se ha instalado una estufa especial en la que se quemarán las papeletas de votación, y una chimenea en el tejado de la capilla para emitir el humo que anunciará al mundo el resultado de las votaciones. El humo blanco indicará que se ha elegido al nuevo papa, mientras que el humo negro señalará que no se ha alcanzado un consenso.
Además, se han colocado mesas y bancos en el interior de la capilla, y se ha nivelado el pavimento con una estructura metálica para facilitar el acceso, especialmente a los cardenales de edad avanzada. También se han realizado labores de restauración, como el retoque de los frescos inferiores que decoran las paredes, para asegurar que todo esté listo para el cónclave histórico que se avecina.
¿Qué significa la fumata en elección de nuevo papa?
La tradición de la “fumata” tiene sus raíces en el año 1800, cuando el pueblo de Roma se reunió frente al Quirinal para presenciar el humo que se producía al quemar las papeletas de los cardenales. A diferencia de hoy, la fumata indicaba el fracaso en la elección del pontífice, mientras que su ausencia indicaba una elección exitosa. Incluso en el cónclave de 1903 no hubo distinción en el color de la fumata, que se producía quemando las papeletas de los cardenales electores mezcladas con paja en una estufa colocada en la Sala Regia.
En la actualidad, la fumata negra indica el fracaso en la elección de un nuevo papa durante el cónclave; se emite cuando se han celebrado dos escrutinios consecutivos en los que ningún cardenal ha obtenido un número de votos igual al menos a los dos tercios del número de cardenales electores. La fumata se produce quemando las papeletas, apuntes y documentos de votación en una estufa instalada en la Capilla Sixtina, junto a algunas sustancias que producen humo negro; al salir de la chimenea de la Capilla Sixtina, visible desde la Plaza de San Pedro, comunica el fracaso (hasta ese momento) en la elección del sumo pontífice.
La fumata blanca, en cambio, indica la elección de un nuevo papa. Después de que un cardenal ha recibido al menos dos tercios de los votos, ha aceptado ser elegido pontífice cuando se le pide y ha elegido su nombre papal, las papeletas electorales se queman en la estufa dentro de la Capilla Sixtina junto con sustancias que producen humo blanco, el cual, al salir de la chimenea visible desde la Plaza de San Pedro, anuncia al mundo que la elección ha tenido lugar.
Expectativas sobre el perfil del nuevo papa
En una congregación previa al cónclave entre los 133 cardenales electores, se han expuesto varios puntos de vista y las conclusiones es que todo queda abierto para este miércoles. El cardenal francés Jean-Paul Vesco y otros esperan que el nuevo papa continúe la línea aperturista de Francisco.
El proceso de elección del nuevo papa se desarrollará en sesiones de mañana y tarde. Si no se alcanza una mayoría de dos tercios en las primeras votaciones, se continuará con rondas adicionales hasta que se logre la elección. La Capilla Sixtina, cerrada al público desde el lunes anterior, se adecúa para acoger las deliberaciones, incluyendo la disposición de mesas y bancas bajo la mirada del Juicio Universal de Miguel Ángel.
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