En una esquina a la entrada de la estación, un joven de 18 años mantuvo a una usuaria amenazada con un cuchillo durante dos horas, el mismo tiempo que pasó el francotirador de las fuerzas especiales de China tumbado en el piso, con el dedo en el gatillo, informa el portal LadBible.
En un momento en que el secuestrador amenazó con cortarle el cuello a su víctima, los oficiales le dieron la orden al experto tirador con 19 años de experiencia de que jalara del gatillo.
El hombre se ubicó sobre su estómago, y para que el secuestrador no lo viera (estaban al mismo nivel), un uniformado se ubicó frente al francotirador, de pie y con las piernas ligeramente abiertas para que allí se ubicara el cañón del rifle, destaca el Daily Mail.
Luego de la orden de abrir fuego, bastó un solo disparo para acabar con la vida del joven perturbado, al tiempo que un numeroso grupo de policías sujetó a la rehén y la arrancó de los brazos de su captor.
“Solo tenía una pequeña área de la cabeza para abatir al secuestrador”, comenta el capitán Zeng Hao, quien hizo el disparo y quien comentó que acababa de terminar su entrenamiento del día cuando fue llamado a colaborar en la operación de rescate. El disparo fue mortal y, por fortuna, la rehén salió sin un rasguño.
El policía experto en tiro dijo que durante las dos horas que permaneció en el piso se le adormecieron los músculos pero gracias a su entrenamiento le fue posible “mantenerse enfocado”.
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