Gwerder, de 50 años, fue detenido en diciembre de 2018 y fue procesado por los delitos de abuso sexual, explotación infantil y corrupción de menores, publica el canal Todo Noticias (TN).

El hombre, con consentimiento de la madre, a la cual le pagaba con dinero y comida, violó a menor desde los 7 hasta los 11 años. De acuerdo con el mismo canal, el empresario, en 2012, conoció a una joven adicta y cuando supo que tenía una hija, le hizo el absurdo ofrecimiento al cual ella accedió.

La mayoría de abusos fueron cometidos en las oficinas que tenía Gwerder en el barrio San Telmo de Buenos Aires, aunque también fueron perpetrados por el sujeto en una casaquinta que está a su nombre. Otro hecho monstruoso del caso es que otra adolescente, de 17 años cuando comenzaron los hechos, tenía conocimiento de las violaciones e incluso las presenciaba, detalla ese medio.

Según TN, la joven, que también fue víctima de abuso sexual por parte del mismo hombre, era el nexo entre la mamá de la pequeña y Gwerder. Además, le sugería a la niña que accediera a los pedidos del violador. Por esta complicidad, fue condenada a 3 años de cárcel y deberá hacer tareas comunitarias y tratamiento psicológico.

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La investigación de la policía determinó que el argentino obligaba a la menor a desnudarse, la tocaba en sus partes íntimas y le exigía que lo tocara a él. También le sacaba fotos desnuda o con poca ropa y la obligaba a mirar videos pornográficos, añade el canal de televisión.

Los abusos terminaron el 2 de enero de 2016 cuando la pequeña caminaba sola por la calle y le dijo a una vecina que no la llevara con su mamá porque “la entregaba” a cambio de dinero a un hombre al que identificó como “Pablo”, informa por su parte el diario Clarín.

La mujer la llevó a un centro médico, donde constataron que había sufrido abusos sexuales y las investigaciones dieron con Kurt Gwerder, quien estuvo escondido durante 2 años, hasta diciembre de 2018 cuando fue capturado, finaliza ese rotativo.