Davis, citado por The Washington Post, le dijo a un grupo de periodistas:

“El presidente, por lo que sabemos, no asistirá al funeral. Es un hecho”.

En su lugar, apuntó el propio Davis, serán los expresidentes Barack Obama y George W. Bush quienes tomen la palabra en las exequias, que se celebrarán el próximo sábado en la catedral de Washington.

Un día después, el veterano de la Guerra de Vietnam recibirá sepultura en la base naval de Annapolis, en Maryland.

El expresidente Obama hará parte activamente de la ceremonia a pesar de ser del Partido Demócrata, opuesto al Republicano de John McCain. Los dos compitieron por la presidencia por sus respectivas colectividades en 2008, cuando se impuso Obama en las elecciones generales.

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Por otro lado, a pesar de ser ambos republicanos, la animadversión existente entre Trump y McCain era por todos conocida, por lo que no extrañó que hace ya un tiempo, después de dar a conocer la gravedad de su enfermedad, el propio senador dijera que no quería que el presidente hablara en su funeral.

Desde su fallecimiento, a los 81 años de edad, la Casa Blanca no ha emitido ningún comunicado al respecto y sus banderas apenas han permanecido a media asta durante menos de 48 horas, dos hechos que han sido criticados por legisladores y medios de comunicación.

Además del funeral, está previsto que la clase política de Washington presente sus respetos a este senador que pasó más de tres décadas vinculado a la Cámara alta con la instalación de una capilla ardiente en el Capitolio, un honor reservado a una treintena de personas a lo largo de la historia del país.