A las 16 semanas de gestación, Ashley tuvo que ingresar de urgencias al hospital por un fuerte dolor abdominal que terminó convirtiéndose en sepsis, una enfermedad que “ocurre cuando el cuerpo tiene una abrumadora respuesta inmunitaria a una infección bacteriana”, según MedlinePlus, y que terminó afectando uno de sus riñones.
A través de varias publicaciones en su cuenta de Instagram, Lemieux contó a sus seguidores que el bebé que venía en camino, Jayce, no pudo terminar de formarse dentro de ella, porque su cuerpo no estaba lo suficientemente fuerte para que los dos se mantuvieran con vida, por lo que tuvo un aborto espontáneo.
“Él llegó rápida e inesperadamente. Lo tuve sola en un cuarto que nunca fue pensado para tener bebés. Sollocé y grité en mi cama, gritándole a Dios que no se suponía que fuera así, mientras esperaba que un grupo de médicos viniera a ayudarme”, se lee en uno de sus ‘post’ sobre lo dramático y triste que fue ese momento sin la compañía de su esposo o algún familiar, pues por las medidas preventivas por el COVID-19 no se le permitió el ingreso a ninguno a acompañarla.




En la misma red social, Ashley publicó un video del apoyo que recibió, a través de una ventana, de sus familiares, una vez ya dieron ingreso a su esposo. A lado de la grabación, la escritora aseguró que la dura experiencia le mostró que todos tenemos por dentro una fortaleza que no imaginamos.
“He necesitado a mi gente, pero lo que aprendí fue la fuerza que tenía dentro de mí […] Mi familia vino a mi ventana para hacerme saber que están ahí. Físicamente separados, pero no solos. Porque el COVID no puede quitarnos nuestra humanidad, sino que está expandiendo la forma en la aparecemos para nosotros y entre nosotros”.
Después de varios días, la pareja pudo dar sepultura a su hijo y lo mostró en Instagram con un carrusel de fotos y un sentido mensaje: “Gracias por escogerme como tu mamá. Gracias por salvarme. Gracias por sanarme”.