La policía tuvo que hacer presencia en el establecimiento luego de que la pareja no quiso pagar la cuenta de la cena, que llegaba a la astronómica cifra de 4.000 euros (más de 13 millones de pesos colombianos), informa La Vanguardia.

El elevadísimo costo de la comida se explica en que los clientes pidieron 2 botellas de vino, que costaban 1.950 euros (6,6 millones de pesos colombianos) cada una. Los extranjeros adujeron que no pagarían la cuenta porque las bebidas que les habían vendido no eran las que ellos habían pedido.

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Sin embargo, las autoridades, previa investigación, comprobaron que las botellas que les habían llevado sí habían sido ordenadas por los clientes. Por eso, los detuvieron como presuntos responsables del delito de estafa, recoge el portal El Periódico.