15 personas resultaron heridas y 8 de ellas fueron trasladas a centros médicos; aunque ninguna fue internada, pues sufrieron cortes, contusiones y quemaduras, relata el diario Clarín.

Según cuentan los protagonistas, no había signos de alerta encendidos. La luz que indica que se debe ir con el cinturón puesto estaba apagada, el piloto no dio ninguna indicación y las azafatas servían el café, por eso nadie se imaginó lo que se venía.

El primer sacudón advirtió a toda la tripulación, pero el segundo (más fuerte) no les dio tiempo para acomodarse, por eso el tercero, el de mayor potencia, hizo volar a pasajeros que terminaron pegándose con el techo del avión y otros quemándose con el café caliente, detalla el medio argentino.

La turbulencia duró un total de 3 minutos y dicen que hubo un descenso de 600 pies, es decir 200 metros, casi lo que mide la Torre Colpatria.

Las hipótesis de los expertos son falla mecánica, falla humana o evento imprevisible. Pero esto quedará dilucidado el próximo lunes, cuando se haga el estudio pertinente de la caja negra del avión, Airbus 330.