De acuerdo con un informe de deforestación citado por The Guardian, este problema aumentó por decisiones del presidente Jair Bolsonaro, quien ha otorgado “pases libres” a la tala ilegal, la agricultura y la minería.
Sin embargo, se considera que mayo es un mes clave porque marca el inicio de la estación seca y se realiza la mayor parte en la remoción de bosques.
“El gobierno no puede negar estos números de su propia agencia. La pregunta ahora es qué harán al respecto. A finales de julio tendremos una idea clara del impacto de los movimientos recientes para desmantelar las políticas ambientales”, le dijo a este medio Carlos Souza, del grupo de monitoreo independiente Imazon.




En una investigación, reseñada por el diario británico, La Red Amazónica de Información Socioambiental (Raisg) confirmó que “el 68 % de las áreas protegidas de la Amazonia están en riesgo”.
Además, los sectores de la minería y el petróleo suman 208 millones de hectáreas concesionadas, equivalente al 24,5 % de toda la Amazonia.