Quinteros tiene una orden de arresto de la Justicia Militar por “supuesta calumnia y por falta contra la disciplina militar”, informa el diario paraguayo Hoy, un caso que ha atraído bastante atención.

Los defensores de la teniente interpusieron un recurso de ‘habeas corpus’ que la ha mantenido fuera de prisión, mientras que quienes la acusan dicen que la ofensa de la militar no tiene nada que ver con amamantar, sino con faltas disciplinarias, informa el medio.

La semana pasada, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ratificó la pena de arresto por pedir permiso en 2016 para amamantar a su hijo; por ello, la madre estudia recurrir a instancias internacionales, según aseguró su abogado, Carlos Mendoza.

En concreto, la militar fue sancionada por una “falta a la disciplina militar” porque la solicitud que envió a su superior para que le librara de unas guardias para amamantar a su hijo “fue redactada en términos imperativos”, que su superior consideró “agraviantes” ya que, como militar subordinada, debía dirigirse a él en ese nivel, explicó el abogado.

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Mendoza afirmó que se encuentra analizando con su clienta “la posibilidad” de elevar el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque se trata de una “causa emblemática” y porque “no hay acciones contra las personas que fallaron contra derecho”.

Ello, en referencia a los magistrados que dictaron la sentencia en primera instancia “un año y ocho meses después” de la falta, cuya prescripción, según Mendoza, se debía producir a los 45 días.

La ministra de la Mujer, Nilda Romero, preguntada sobre el caso, dijo que Quintero “está en todo su derecho” de recurrir a la CIDH, ante una sanción que calificó de injusta porque “afecta a la cuestión de fondo”, que es el derecho a la lactancia materna.

Asimismo, anunció que solicitará una reunión con los mandos militares para solicitar que no se aplique la sanción a Quintero y agregó que “hay una buena predisposición” a ello.

Mendoza celebró esa posibilidad pero añadió que la causa “crea un precedente” de que “no se pudo hacer comprender” a las autoridades militares de entonces, “que el derecho” a la lactancia, “es del niño” y que está jurídicamente por encima del derecho militar.

Según relató Mendoza los antecedentes del caso, Quintero, al volver de su permiso de maternidad en 2016, “se encontró con que la habían trasladado de oficina a una en la que debía hacer guardias” de 24 horas, por lo que solicitó a su superior “volver a su oficina anterior” para evitar las guardias y “cumplir con el derecho de amamantar a su hijo”.

Su superior entendió como “agraviantes” los términos de la solicitud, “redactada por un abogado”, por lo que recurrió a la Justicia ordinaria.

La teniente fue denunciada por “calumnia”, falta “despenalizada” porque Quintero “pidió perdón públicamente” en 2017 y por “falta a la disciplina militar” que, pese a la prescripción que sostiene Mendoza, llegó hasta la última instancia de la Justicia paraguaya.

El abogado señaló que Quintero, tras su pedido, “estuvo un año sin que se le desafecte de las guardias”, hasta que finalmente fue cambiada nuevamente de destino.