Diego Cadavid, que fue novio de Lina, contó en ‘Expediente final’ que la famosa paisa se levantaba todos los días a las 5 de la mañana para ir al gimnasio:

“Yo siempre le decía: ‘Pero, ¿por qué no vas a las 7 a. m.?’, ‘¿por qué no vas a las 8, a las 9, o a otra hora?’. Ella tenía que ir a esa hora, tenía que entrenar las horas que fueran y tenía que comer la comida que era”.

Carolina Martínez, asistente y amiga de la presentadora, confirmó que a Lina “sí le gustaba su gimnasio”, pero indicó que ella “comía de todo” y no era anoréxica.

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Por su parte, Yoko Rashis Abdalahah, productor de moda, aseguró en el programa que todo el círculo cercano de la modelo sabía que al final ella “estaba más delgada” de lo normal.

De hecho, Diva Jessurum señaló que en los últimos días de vida de Lina ella pesaba 45 kilos, un peso muy bajo en relación a su estatura, que era de 1,77 metros.