Mientras que Juan Felipe Cadavid se ha posicionado como uno de los comentaristas con más nombre y reconocimiento en los medios deportivos del país, ha pasado por duras pruebas familiares que no han sido tan conocidas y que ahora empiezan a saberse. Y fue por una coyuntura complicada con la mamá de su esposa, Cristian Estupiñán, que se empezaron a conocer estos detalles.

Según se supo en los primeros meses del 2023, la mamá de la periodista ha tenido bastantes complicaciones de salud, hasta el punto de sobrevivir a un accidente cerebrovascular. Esto no solo llevó a que Estupuñán parara el trabajo en el programa ‘La sala de Laura Acuña’, también Cadavid tuvo que ausentarse de sus labores de Caracol Radio y de su canal de YouTube.

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Y en medio de una entrevista que la periodista dio al programa ‘Lo sé todo’, para hablar de esa actualidad familiar y lo que ella califica como un milagro con su mamá, también contó otros episodios muy delicados con sus dos pequeños hijos.

La historia de vida de los hijos de Juan Felipe Cadavid y Cristina Estupiñán

Después de contar lo ocurrido con su mamá, Estupiñán relató lo que vivieron antes del nacimiento de su primogénito, Samuel: “Fui a una clínica, que no era en la que me atendían siempre, y cuando llegué allá me dice la doctora –Tenías que hacerte un examen, es el que debes hacerte como mamá para saber si el niño viene bien–. Yo le dije que no me había hecho ese examen y que solo iba porque me dolía algo”.

Pues, la doctora puso a Cristina y a Juan Felipe a decidir si hacían o no ese procedimiento, que ponía en riesgo al bebé en camino: “Cuando me tomó el examen me dijo –Parece que tu hijo viene mal, puede tener un síndrome de Down o tener otra enfermedad, hay mujeres con las que pasa eso–”. Diagnóstico muy preocupante para lo que podía venir a futuro y así lo explicó Estupiñán:

“Es una aguja gigante entrando a la pancita para saber cómo está el bebé y te dicen cómo va, pero se pone en riesgo. O lo pongo en riesgo y el niño se puede perder o esperas a que el embarazo avance”.

Finalmente, la pareja de periodistas no aceptó, pero ella estaba muy desconfiada y acudió a su fe en Dios, tanto así que terminó cambiando el nombre de su hijo por ese primer milagro: “Fui a la iglesia y creo que lo logré. Lo hice al pie de la letra y dije –Señor, te entrego a este bebé, es tuyo y tú me lo diste–. Por eso mi hijo se llama Samuel, no se iba a llamar así. Pero Dios me dio un niño sano [lágrimas]”.

En el segundo embarazo también hubo complicaciones y el nacimiento de la pequeña Miranda volvió a poner a prueba a la familia Cadavid Estupiñán, así se escuchó en la entrevista: “Cuando la nena nace entramos a la UCI por un error médico. Duramos casi una semana en la UCI de neonatos. Ella se salva, salimos y otra vez Dios”.

Cristina Estupiñán siguió su relato con lágrimas por recordar un momento muy duro, que coincidió con el cumpleaños de su hija: “Pero cuando ella iba a cumplir un añito, le da una bacteria y su pulmoncito estaba mal. Ella cumple el primer año en la unidad de cuidados intensivos y al día siguiente la operan”.

De nuevo, ella sintió la presencia de Dios y su fe le dio la tranquilidad que no tenía su esposo, lo dijo con gran emoción: “Ese día Juan Felipe Estaba destrozado y yo experimenté la paz divina, que es la paz de Dios. Tú estás tan entregado a Dios, que confías en él y ese día no derramé una sola lágrima. Juan me decía –No entiendo, has llorado todo el mes por la angustia de ver a tu hija mal, de ver a nuestra bebé así, y hoy estás tranquila–”.

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Y mientras el periodista deportivo estaba en medio de un momento de tensión, ella puso la tranquilidad, que dio buenos resultados para su familia:

“Le dije –Juan, esta es la paz de Dios, es la paz divina. Sé que Dios está haciendo algo y le entregué mi bebé también y sé que va a hacer lo mejor para mi hija, porque ya habíamos vivido lo de Samuel–. La nena salió bien, gracias a Dios, es una muñeca supersana”.

Esta historia, que no todos conocían, muestra lo que puede vivir cualquier familia y por qué Cristina Estupiñán habla de milagros en su vida, con sus hijos y con su mamá.