Las representantes de Malasia y Francia fueron las que corrieron con poca suerte al mostrar sus cuerpos en bikini días antes de la noche definitiva, que se celebrará este domingo 8 de diciembre en Atlanta.
Shweta Sekhon, la representante del sudeste asiático resbaló cuando apenas comenzaba su pasarela. Rápidamente se recompuso, mandó un beso y continuó con su camino.




Maëva Coucke, por su parte, tuvo que lidiar con el incidente cuando ya casi finalizaba su pase en traje de baño. Cayó al suelo, tomó su pareo en las manos, se levantó pidiendo un aplauso al público y abandonó la pasarela sonriendo.
La francesa, una de las 20 favoritas a llevarse la corona de Miss Universo, compartió el momento en su cuenta de Instagram y escribió que la lección que le quedaba era que “caer y levantarse es el principio mismo de la vida de una mujer, lo principal es avanzar sin importar los obstáculos”, al tiempo que confirmó que no se lastimó.
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