
Cuando se enfrenta una entrevista de trabajo, cada palabra cuenta. Lo que se dice y cómo se dice puede ser tan importante como el currículum. Algunos términos o expresiones, aunque parezcan inocentes o informales, pueden jugar en contra y perjudicar la imagen ante los entrevistadores.
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Hay palabras que, aunque son comunes en la vida diaria, no se deben usar durante una entrevista de trabajo. A continuación, algunos ejemplos y por qué es crucial evitarlas.
- “Nunca” o “siempre”
Estas palabras pueden sonar absolutas y poco realistas. Decir algo como “nunca he trabajado en equipo” o “siempre he sido el mejor en lo que hago” puede dar la impresión de que no se es flexible o que no sabe reconocer sus propias limitaciones.
En el mundo laboral, la adaptabilidad es clave, y los entrevistadores buscan personas que sean capaces de evolucionar y aprender. En lugar de: “Siempre he sido el mejor en mi trabajo”, mejor decir “me esfuerzo por hacer lo mejor en todo lo que hago, y siempre busco mejorar mis habilidades”.
- “Desesperado”
Aunque es común que busque trabajo debido a una necesidad económica, mencionar que está “desesperado” por conseguir empleo puede generar una mala impresión. Los empleadores pueden interpretarlo como una señal de que aceptaría cualquier trabajo, incluso si no es adecuado para usted. Además, denota una falta de confianza en sus propias habilidades y valor.
Por el contrario, puede responder algo así: “Estoy entusiasmado con la posibilidad de aportar mis habilidades en una nueva oportunidad profesional”.
- “Fácil”
Cuando describe tareas o responsabilidades diciendo que son “fáciles”, puedes dar la impresión de que no se toma en serio las responsabilidades del puesto o que subestima el trabajo que conlleva.
En lugar de: “Este trabajo sería fácil para mí”, mejor decir “estoy listo para enfrentar los retos que el puesto implique y sé que mi experiencia me ayudará a superarlos”.
- “Odio”
Usar palabras como “odio” durante una entrevista es una bandera roja. Hablar mal de antiguos empleadores, compañeros o situaciones laborales puede parecer inmaduro o que tiene una actitud negativa.
En lugar de: “Odio mi trabajo anterior”, mejor decir “mi trabajo anterior me dio valiosas lecciones, pero estoy buscando nuevas oportunidades que me permitan crecer en diferentes áreas”.
- “No sé”
Es normal no tener todas las respuestas, pero decir “no sé” en exceso puede dar la impresión de que no está preparado para el puesto. Es importante mostrar confianza y disposición para aprender, incluso si no tiene la respuesta inmediata. Si no sabe algo, es mejor ser honesto, pero también resaltar su voluntad de investigar o aprender.
En lugar de: “No sé cómo hacer eso”, mejor decir “no tengo experiencia directa con eso, pero estoy dispuesto a aprender rápidamente y a ponerme al día.”
- “Dinero”
Aunque hablar de salario es inevitable en algunos puntos de una entrevista, centrar la conversación únicamente en el dinero puede ser visto como una falta de interés en el trabajo en sí. Los empleadores quieren saber que le interesa el puesto por las oportunidades que ofrece, no solo por lo que ganarás.
En lugar de: “Lo que más me interesa es el salario”, mejor decir “estoy buscando un puesto donde pueda desarrollar mis habilidades y contribuir al éxito del equipo. El salario es un factor importante, pero también valoro el crecimiento profesional.”




- “Perdón”
En una entrevista no es necesario disculparte constantemente por su forma de hablar, por la falta de experiencia o por sus logros. Decir “perdón” de manera continua puede hacer que se vea inseguro. Si comete un error o algo no sale como esperaba, es mejor corregirlo con calma y seguir adelante.
En lugar de: “Perdón, no sé si expliqué esto bien”, diga “Déjeme explicar esto de otra manera para que quede claro”.
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