Según Iván Jiménez, profesor de derecho laboral y seguridad social, más que tratar de solucionar el problema de la informalidad laboral a través del trabajo por horas, se debe garantizar la protección social en todas las formas de trabajo diferentes al contrato laboral.

Los candidatos presidenciales Federico Gutiérrez y Gustavo Petro tuvieron un pequeño cruce de tuits con el que revivieron el debate sobre una posible reforma laboral en Colombia.

El origen de la discusión fue una entrevista con Noticias Caracol, del pasado 11 de marzo, en la que Gutiérrez respondía de esta manera cuando le preguntaron si estaba de acuerdo con el trabajo por horas: “Es muy importante hablar de una flexibilización sin que afecte las garantías y los derechos de los trabajadores. Hay unas modalidades de trabajo donde no es tiempo completo sino que lo puedas hacer, inclusive, por horas, en temas de tecnología, de cuarta revolución industrial…”.

“(…) Estamos, todavía, con unas normas laborales de hace décadas. Pero esto nunca puede ir en detrimento de las garantías al trabajador. Esto es muy importante porque hay que disminuir la informalidad, que es uno de los retos que tenemos”, agregó.

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Las palabras de Gutiérrez habían pasado inadvertidas hasta el pasado viernes, cuando empezó a circular un video que recogía apenas 45 segundos de lo que había dicho en Noticias Caracol. Petro, en su cuenta de Twitter, tomó esa grabación y lanzó una crítica a su contendor: “El trabajo por horas lleva a la reducción salarial y a la máxima inestabilidad laboral“. En ese sentido, para el candidato del Pacto Histórico, el “contrato de trabajo debe ser laboral” y garantizar todas las prestaciones sociales.

Gutiérrez respondió que Petro se equivocaba pues el trabajo por horas se permite, según él, “desde hace 70 años”, y que su propuesta consiste en que a las personas que laboran bajo esa modalidad “se les cotice salud y pensión”.

El trabajo por horas, ¿solución para la informalidad laboral?

Además de las pensiones, el tema laboral también será clave para el próximo presidente. Y es que son dos asuntos completamente relacionados: el éxito de una reforma pensional depende de qué tantas personas aporten a seguridad social, y eso se logra aumentando la formalidad laboral.

“La discusión del sistema de pensiones, naturalmente, no se puede desligar de las discusiones de cómo funciona nuestro mercado laboral. Nuestro mercado laboral funciona mal; ¿por qué? Porque más del 50 por ciento de la fuerza laboral que tiene el país está en la informalidad”, explicó a Diario Criterio Kevin Hartmann, experto en reforma pensional.

Durante todo 2021, más de 5,4 millones de colombianos trabajaron en la informalidad. Para este año las cifras han tenido cierta mejoría, pero no dejan de ser preocupantes: en enero, por ejemplo, 43,9 por ciento de la población ocupada en las 23 ciudades y Áreas Metropolitanas de Colombia estaba en la informalidad, de acuerdo con el Dane. Ese porcentaje equivale a cerca de 4,8 millones de personas.

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Las ciudades con mayor informalidad son Cúcuta (67 por ciento) y Sincelejo (66,3 por ciento), y las de menor informalidad, Bogotá (34 por ciento) y Manizales (38 por ciento).

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Así las cosas, es claro que se necesitan medidas para que la informalidad decrezca. Pero, ¿es el trabajo por horas la solución? “No creo que el trabajo por horas sea la solución al problema de empleo en el país. Permitir la cotización por horas puede abrir un paso a que las personas que trabajan por horas tengan acceso a protección social que hoy no tienen, pero ahí no está el gran problema”, indicó a Diario Criterio Iván Jiménez, profesor de derecho laboral y seguridad de la Universidad Javeriana.

Entonces, ¿cuál sería la solución? Para Jiménez, el problema es que las propuestas para combatir la informalidad se han concentrado solo en la oferta de trabajo, por lo que también se debe pensar en medidas para las empresas más pequeñas, pues al fin y al cabo son las mayores empleadoras de Colombia.

“¿Por qué no quitamos cargas tributarias a las micro, pequeñas y medianas empresas? Entonces, en lugar de estar pendiente de pagarle a la Dian, estás pendiente de pagarles a tus trabajadores un salario que sirva”, dijo el experto.

“Hemos legislado mucho como si tuviéramos grandes empresas y como si la única solución al empleo fuera traer multinacionales, pero las mypimes representan el 86 por ciento del empleo del país, tanto formal e informal“, añadió. “Ese es el tejido que uno debería pensar en fortalecer para que garanticen el empleo, no necesariamente abaratando el trabajo”.

De acuerdo con Jiménez, el problema de concentrar medidas solo para la oferta de trabajo ha hecho que otros actores se aprovechen de los vacíos normativos y creen trabajo sin garantizar mínimos de seguridad social, como sucede con Rappi.

“Nos hemos enfocado tanto en que todo el tema sea contrato de trabajo, que esos vacíos han permitido que salgan otros negocios y que no generen lo que esperábamos, que era trabajo de calidad, y que, aun cuando no están generando trabajo de calidad, están en el marco de lo que la ley les permite, que eso es más grave, porque tú tienes una ley que te está permitiendo generar trabajo sin calidad y desprotegido”, precisó el experto.

En ese sentido, según Jiménez, una buena reforma laboral debería apuntar a garantizar que todas las modalidades de empleo tengan seguridad social, más allá del trabajo por horas. “Miremos las otras formas de trabajo y generémosles protección social –salud, pensión, riesgos laborales– a todas las formas de trabajo. Ya después discutiremos el tema de las cesantías, la prima, todos los costos adicionales que son los beneficios de ser empleado pero que a la larga, para la protección, pueden llegar a ser superfluos”, indicó.

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