Muchos analistas del mercado bursátil señalan que la empresa de autos eléctricos y tecnología Tesla es la ‘burbuja de moda’, una que no demorará en explotar, publica The Washington Post.

La nota del ‘Post’, si bien dice que ‘se quita el sombrero’ ante la escalada de Tesla, destaca que la empresa aún no ha podido llegar al punto de equilibrio, es decir, que los costos de producción son más altos de lo que recoge con la venta de sus autos y por ende ha dado pérdidas, como el año pasado, que tuvo un saldo en rojo de “varios cientos de millones de dólares”.

Eso sí, a Tesla se le reconoce que produce muchos menos carros que General Motors, que puso a rodar 10 millones de unidades el año pasado, contra tan solo 84.000 de Tesla.

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Lo que sucede es que Tesla tiene una producción más eficiente y automatizada que la de GM, y su valor también depende de la diversificación que su presidente, el surafricano-canadiense-estadounidense Elon Musk, ha hecho de su compañía, con líneas de negocio como la generación de energías alternativas y, a futuro, los viajes espaciales.

Así, el multimillonario Musk, con una fortuna de 15.000 millones de dólares antes de la escalada en precio de su compañía, deberá probarle a gurús del sector automotor –como el ex vicedirector de la junta de GM, diseñador del Chevrolet Camaro y una celebridad de la industria– que Tesla llegó para quedarse y no para reventarse, como asegura Lutz, citado por The Washington Post.

Y Tesla lo hará compitiendo no solo contra GM y Ford, que basan su mercado más que todo en vehículos de gama media, sino compitiendo contra autos de lujo alemanes como BMW y Mercedes Benz y con autos de manejo autonómico, es decir aquellos que no necesitan conductor.