El problema radica en la solicitud de Fanny Yolima Rueda Ruíz, que fue representada por Cavaro Abogados Ltda., ante la SIC para pedir autorización de uso de La Casita Roja para identificar bebidas y alimentos.

Según el diario La República, el ente regulador actuó a favor de Davivienda y le entregó la notoriedad de la marca.

Fuentes de Posse Herrera Ruiz (PHR), representante de la entidad financiera en el proceso, explicaron a ese medio económico que la empresaria Fanny Rueda solicitó, específicamente, la marca para diferenciar “servicios relacionados con la preparación y suministro de toda clase de alimentos y bebidas para el consumo humano, incluyendo el servicio de alimentación prestada por restaurantes, asaderos de pollos y carne”.

Desde luego, Davivienda se opuso al otorgamiento del registro y demostró que La Casita Roja es una marca notoria, que hace parte de la Clase 36 de la Clasificación Internacional de Niza, agregó el diario económico.