Se avecina un nuevo escándalo en el Gobierno de Gustavo Petro, esta vez, por cuenta del Fondo Nacional del Ahorro, entidad adscrita al Ministerio de Vivienda.

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Según informaron en W Radio, el FNA se “convirtió en un botín” para los congresistas del Partido Liberal, ya que el presidente de la entidad, Gilberto Rondón, les habría abierto las puertas para otorgar puestos a cambio del apoyo a las reformas que busca presentar el Gobierno Nacional.

“Esa decisión se habría materializado en un encuentro que se llevó a cabo hace tres semanas en la ciudad de Bogotá, en el que, según pudimos establecer, el Gobierno reunió a la mayoría de los representantes liberales y con la presencia de Gilberto Rondón, les pidió que apoyaran la iniciativa”, informaron en la emisora.

Y es que, en el medio citado explicaron que tuvieron acceso a un computador del Fondo Nacional del Ahorro y que allí está evidenciado qué congresistas pasaron hojas de vida a la entidad y cuántos de esos “referidos” fueron contratados.

El informe de W Radio detalla que hasta el 15 de mayo el FNA recibió más de 250 currículos por parte de congresistas liberales, de las cuales fueron contratadas 110 personas.

No obstante, una de las particularidades de la situación es que a la entidad han entrado ciudadanos con perfiles que no cumplen los requisitos para asumir algún tipo de cargo, pues destacan personas con “licenciatura eclesiástica, un pastor de iglesia, un filólogo, un filósofo, un técnico en teología, un profesional en deporte”, entre otros.

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Ante la situación, en la emisora hablaron con el presidente del FNA, Gilberto Rondón, quien intentó explicar la controversia, pero, según algunos oyentes, terminó echándose al agua, al admitir el ‘pacto’ con los congresistas.

“No sé si los representantes y senadores recibieron esos puestos o no porque no tengo la cuenta, pero lo que sí sé es que tendrían derecho a eso. Estamos en una democracia pluralista y participativa y el que gana las elecciones gobierna con su gente… Esto no es mermelada, es una participación burocrática legal, la mermelada son con contratos, es distinto”, precisó.