
La Tarjeta de Crédito Oro Visa de Bancolombia ofrece múltiples beneficios para sus usuarios, combinando descuentos, seguros, asistencias y programas de recompensas.
Uno de sus principales atractivos es la posibilidad de ahorrar hasta 760.000 pesos en seis meses al aprovechar Puntos Colombia, promociones exclusivas y seguros incluidos. Los usuarios pueden acceder a descuentos del 30 % en restaurantes seleccionados los martes, participar en concursos y obtener rebajas en marcas reconocidas cada fin de semana, señala el banco en su página web.
(Vea también: Bancos en Colombia atraviesan situación dura con sus clientes y podrían plantear cambios).
Entre sus seguros destacan la garantía extendida para compras (hasta 1.000 dólares), protección de precios (hasta 400 dólares) y seguros por daños o robos.




Además, ofrece asistencias como servicios al vehículo, hogar y viajes tanto nacionales como internacionales. También permite avances de hasta el 100 % del cupo disponible, sin intereses si se difiere a una cuota, y desembolsos de emergencia en caso de pérdida o robo de la tarjeta, incluso fuera del país.
La tarjeta está disponible para personas de entre 18 y 84 años, con ingresos desde un salario mínimo.
Su cupo va desde $ 5 hasta $ 50 millones, y ofrece 6 Puntos Colombia por cada $ 5.300 en compras. Si se solicita por internet, la cuota de manejo es gratuita durante los primeros seis meses; después, es de $ 35.200 mensuales.
Por qué bancos cobran cuota de manejo en tarjetas de crédito
La cuota de manejo que los bancos cobran por el uso de tarjetas de crédito es un cobro periódico —generalmente mensual— que justifica el acceso y mantenimiento de una serie de servicios asociados al producto financiero. Aunque muchos usuarios la perciben como un gasto innecesario, esta tarifa cumple varias funciones clave dentro del modelo de negocio de las entidades financieras.
En primer lugar, la cuota de manejo cubre los costos operativos relacionados con la administración de la tarjeta: la emisión del plástico, su reemplazo en caso de pérdida, la atención al cliente, la generación de extractos, el monitoreo de transacciones y la tecnología detrás del sistema de pagos, incluyendo medidas de seguridad antifraude.
Además, las tarjetas de crédito suelen incluir beneficios adicionales como seguros de protección de compras, asistencia en viajes, acceso a programas de recompensas o puntos, promociones con comercios aliados y herramientas de financiamiento como avances de efectivo o compras en cuotas. Todos estos beneficios implican convenios con terceros y costos que asume el banco para mejorar la experiencia del usuario. La cuota de manejo permite, entonces, sostener esos servicios sin trasladar todos los costos directamente a cada transacción.
Desde la perspectiva del banco, la cuota de manejo también representa una fuente de ingresos predecible, independiente del uso que el cliente le dé a la tarjeta. Esto es especialmente importante porque no todos los usuarios utilizan su tarjeta con la misma frecuencia ni generan ganancias por intereses. En muchos casos, hay clientes que pagan el total de su deuda cada mes y no pagan intereses, lo que obliga al banco a buscar otras formas de rentabilidad, como las comisiones periódicas.
Por otro lado, algunos bancos exoneran la cuota de manejo durante los primeros meses o bajo condiciones específicas, como realizar un número mínimo de compras mensuales. Esta estrategia busca incentivar el uso activo de la tarjeta y fidelizar al cliente.
En resumen, la cuota de manejo permite al banco recuperar costos operativos, financiar beneficios complementarios, mantener la infraestructura tecnológica y ofrecer atención personalizada, todo dentro de un esquema que busca equilibrar el valor entregado al usuario con la rentabilidad del producto financiero. Aunque puede ser vista como una carga adicional, esta tarifa está diseñada para sostener el ecosistema de servicios que hacen de la tarjeta de crédito una herramienta más que un simple medio de pago.
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