Tras conocerse la decisión de la Comisión de Disciplina de la Dimayor, que reconsideró la sanción de cuatro juegos a puerta cerrada y $ 12.760.000 de multa al Deportes Tolima, por la agresión de un hincha al volante de MillonariosDaniel Cataño, y la ajustó a solo tres jornadas a puerta cerrada en la tribuna Oriental del estadio Murillo Toro, las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar.

Aunque aún no se ha divulgado la resolución íntegra de la Comisión que reajustó el castigo impuesto al ‘Vinotinto y Oro’, sí se supo la fuerte argumentación jurídica del ‘Vinotinto y Oro’: que no dudó en despacharse contra Wílmar Roldán y, con base en fuertes motivos, sentó una clara postura con la que logró persuadir al máximo ente disciplinario del órgano rector del balompié colombiano.

(Vea también: Lista de jugadores que Millonarios dejó por fuera para la Copa Libertadores)

En efecto, en la resolución 009 del 2023, emitida por el Comité de Disciplina del Campeonato, se vio cómo la dirigencia del ‘Vinotinto y Oro’ señaló las presuntas irregularidades en el informe del juez, al que acusan de haber presentado un documento ‘contradictorio’ de lo sucedido en el césped del Manuel Murillo Toro, para lo que debía ser el partido: válido por la cuarta jornada de la Liga BetPlay 1 2023.

“El Comité basa su decisión principalmente en el informe presentado por el señor Roldán, quien de manera completamente contradictoria y alejada del desarrollo real de los hechos, decide al día siguiente del partido presentar el informe con un párrafo final en justificación de su actuar y el de sus compañeros; y por ende el de los integrantes del equipo visitante, aduciendo que el partido se suspendió por el acto violento que aconteció”, señaló la ‘tribu’ en sus descargos.

Y adjuntó lo dicho por el silbato mundialista, quien de manera extraña señaló que se agotaron los recursos para que el partido iniciara. Pero luego, misteriosamente, indicó que fue la agresión en mención la causante de que no se diera comienzo. Una disparidad de versiones en el propio informe arbitral del que quería ‘pegarse’ el ‘Vinotinto y Oro’ para reversar la decisión; alegando tener la razón.

(Vea también: Dimayor echó reversa y Tolima sí jugará con público, pese a agresión a Daniel Cataño)

“Cabe anotar que como equipo arbitral se siguió el conducto regular y se agotaron todos los recursos posibles que estaban a nuestro alcance para iniciar el partido, sustentados en la información suministrados por los garantes de la seguridad del partido, el Sr Coronel Oviedo y de oficial de seguridad, Bernoske”, se leyó en el informe de Roldán, sustento para el fuerte reclamo.

¿Por qué Wilmar Roldán cambió de parecer?

Y resaltan cómo el árbitro expresa claramente en su reporte que había un ambiente ‘normal’ para que el balón rodara, pues el agresor, identificado como Alejandro Montenegro, ya había sido individualizado. “Como también nuestra percepción del ambiente normal que sentimos después del impase inicial, estando en el terreno de juego con respecto a los espectadores de ambos equipos en las tribunas”, dijo el juez, con lo que desde el ‘Pijao’ no entienden por qué entonces su cambio de versión.

Esa, la de la ‘percepción’, es una frase que, durante toda la postura del equipo, se repite una y otra vez, pues la consideran clave en la defensa. Es la ‘puerta de salida’ a una sanción que fue para el club exagerada, pues en el pasado, con hechos similares, no pasó de las dos jornadas de sanción parcial a la plaza; como en el segundo semestre del 2018, tras el ingreso de un fanático al césped del Murillo.

Lee También

Causó sorpresa cómo el silbato cambió de parecer en el camerino. “Pero después de analizar detalladamente los acontecimientos anteriormente mencionados y teniendo en cuenta el acto de violencia, el cual aconteció por la falta de garantías de seguridad, decidimos, como equipo arbitral, suspender definitivamente el inicio de juego por lo expuesto previamente”, escribió el réferi.

¿Qué fue lo que hizo cambiar de opinión al árbitro para que el partido sí se jugara? Es la pregunta que se hacen desde el club local, que basó su señalamiento en lo dicho por el juez ante las cámaras de transmisión, y con integrantes de los dos equipos, cuando verificó las garantías para continuar el juego. Para Tolima es claro que el cotejo no se llevó a cabo por la negativa de la visita.

“El cual realmente no se pudo llevar a cabo por la negativa del equipo visitante, pues este lo que manifestó, como se observa en cámaras, es que querían dejar un precedente. Pero nunca aduciendo falta de garantías de seguridad, pues era obvio que luego de 14 minutos de diálogo, no hubo intento adicional alguno de agresión y/o invasión que implicara que la mejor decisión era no llevar a cabo el partido”, denunció el cuadro de la ‘Tierra Firme’ en su exposición de motivos.

Apuntaron a Gamero y Millonarios

Para los integrantes del equipo tolimense, también resulta muy extraño que mientras el director técnico de los ‘albiazules’, Alberto Gamero, intentó forzar el retorno de Cataño al campo de juego, luego de haber sido expulsado por Roldán tras devolverle la agresión al infractor; por otra parte, se habló de “sentar un precedente” con la suspensión del inicio del cotejo programado en Ibagué.

“Que es contradictorio también, por cuanto el equipo visitante, además de manifestar que había que dejar un precedente, lo que hizo fue exigir el reintegro del jugador expulsado; pero como se ve nunca por el hecho acontecido, el cual se demostró plenamente que controlaron y neutralizaron de acuerdo con la responsabilidad exigida en el CDU de la FCF”, señaló.

Y también rechazó el hecho de que, desde su óptica, el Comité descartara “de tajo” que el retiro del elenco foráneo del terreno fuera la razón por la que el juego no pudo efectuarse, como se pudo ver en la resolución 007. De hecho, denunció que no hubo un debido proceso, pues alegó que tenía derecho de aducir, con las declaraciones solicitadas como prueba, que sí había condiciones para jugar.

“Haciendo ver que la razón de no llevarse a cabo el partido fue la agresión al jugador Daniel Cataño, y no el retiro de los jugadores de Millonarios F.C.; argumento que (los árbitros) no comparten, toda vez que en su mismo informe ratifica que agotó todos los recursos posibles que estaban a su alcance para iniciar el partido, sustentados en la información de la autoridad competente, y que su percepción era normal desde el terreno de juego con respecto a los espectadores”, señaló Tolima.

Con esto se probaría que el hecho de suspender el encuentro no fue la agresión en sí, sino el abandono del equipo visitante. Para la defensa, es evidente que esta decisión sí incidió en que no se diera comienzo al partido, por lo que considera injusto que, por este hecho, se le haya sancionado con el cierre de su plaza durante los próximos cuatro duelos como anfitrión en el ‘todos contra todos’.

“Conducta que no puede ahora derivar en la sanción que se impone al club local, quedando sin consecuencias el club visitante, que se negó a competir, e incluso, propuso, a través de su director técnico, pasar por encima de las reglas de juego, anulando la tarjeta roja a su jugador; condición bajo la cual ofreció jugar, como quedó registrado en el video que se aporta como prueba”, indicó la defensa.

Según Deportes Tolima, Roldán nunca les informó, en momento alguno, que su motivo para no llevar a cabo el cotejo era la presunta falta de garantías, por lo que se mantuvo siempre como causa principal la ausencia del equipo visitante, al cual no podía obligar a presentarse. A las 9:45 p.m., señaló el local, se fue el equipo arbitral; sin que hubiera algún incidente que pusiera en riesgo su integridad.

Arremetió contra el Comité de Disciplina

Pero así como hizo énfasis en lo que habría sido la conducta de Roldán y Millonarios, el conjunto ‘Musical’ también enfiló baterías contra el Comité de Disciplina del Campeonato que, según señaló tiene como razón para agravar la sanción impuesta, “el hecho que algunos asistentes aplaudieron” la agresión; no obstante, para Tolima es claro que no es una conclusión oficial.

“Es una conclusión que no está en ninguno de los informes del árbitro y el comisario (…) ¿Cómo puede concluir el Comité que los aplausos son para celebrar la conducta del aficionado? Es que bien pudieron generarse como una celebración por la intervención de la Policía”, manifestó el club sobre esta situación en particular; y cuestionó por qué no se analizaron las provocaciones de Cataño.

“Brilla por su ausencia el análisis de las actitudes del jugador, quien desde el día anterior en el hotel realizó actos de provocación a los aficionados, los cuales continuó en el terreno de juego antes de lo sucedido”, expuso el elenco ‘Pijao’: en el que destacó como prueba una nota de un medio local y el video de la cuenta ‘Tolima Play’, que registró de manera clara lo descrito en este aparte.

Y, del mismo modo, negó que la agresión al bus de Millonarios se produjera en cercanías al Murillo Toro, tal como quedó reportado en el Puesto de Mando Unificado (PMU), en el que -además- se dejó consignado que el automotor que inicialmente debía transportar al foráneo se ‘varó’; por lo que fue necesario usar un vehículo de la Policía para tal fin. El cual sí fue agredido, pero lejos del escenario.

“Basados en noticias (sesgados por la prensa) y sin claridad en los informes oficiales, el Comité pondera y agrava la situación de un club afiliado, sobre circunstancias atípicas que escapan a su competencia”, expresó el club de la ‘Tierra Firme’, que puso en este caso a todo su departamento jurídico, y a la postre ganó; pues logró su objetivo, en última instancia, de revertir la determinación.

Antecedentes

Y por último hizo una extensa exposición de los antecedentes de situaciones similares que no motivaron el cierre total de las plazas, sino sanciones parciales a las tribunas involucradas en estos suscesos. Y mencionan cómo en el informe de Roldán quedó escrito el retiro del onceno visitante, “se reúnen y deciden no presentarse paradar inicio al juego, dirigiéndose inmediatamente a su camerino con la firme intención de no jugar el partido”. Otro de los puntos de la sólida defensa ‘Pijao’.

“Tampoco podría argumentarse que el partido finalizó por falta de garantías, debido a que el árbitro NUNCA dio inicio o finalización al partido, dehecho la administración de la DIMAYOR ‘REPROGRAMÓ’ el partido al considerar que nunca se había jugado”, se leyó en los alegatos del cuadro de Ibagué, que pudo demostrar, finalmente, que tenía razón en sus motivos.

Entre los ejemplos dispuestos por el club, se destaca el castigo al América de Cali, en la Liga 2 2021; al Deportes Quindío, en el mismo torneo; al Cúcuta Deportivo, en el Torneo de Ascenso del 2022; y, por último, la sanción al Deportivo Cali, en la Liga 2 2022, tras el juego ante Cortuluá de visita. No obstante, en este caso ponderó fue una “invasión desproporcionada” de sus hinchas.

“Por qué en el caso de Cortuluá que sí existió una total falla en la seguridad en el estadio y se presentó una invasión masiva en el terreno de juego por lo que se tuvo que terminar el encuentro deportivo ¿Por qué no se le atribuyo ningún tipo de responsabilidad al club local por la poca seguridad desplegada en su estadio”, fue el duro cuestionamiento de la ‘tribu’ en este caso.

Y es que, al final de su escrito, Tolima destaca que de los más de 17.000 espectadores presentes en las tribunas del ‘Coloso de la 37’, solo pudo ingresar uno y, como también lo expresaron y probaron, fue controlado de inmediato, retirado y, en menos de 24 horas, sancionado con un castigo ejemplar por parte de las autoridades locales. Situación que debería servir de atenuante.

Aunque en la solicitud de revisión de la sanción, que fue radicada ante el Comité de Disciplina del Campeonato, desde Ibagué pedían la reducción de la misma a dos partidos a puerta cerrada, al final la Comisión de Disciplina de Dimayor encontró una decisión más consecuente a los motivos indicados por el club; y determinó solo tres fechas de sanción parcial, en este caso a la tribuna Oriental.

Por: Mario Alejandro Rodríguez