El pedido tuvo que ver con que cada vez que la escuadra tricolor necesita del apoyo de sus fanáticos en capital atlanticense, en vez de lanzar voces de verdadero respaldo, a estos se les escucha un repetitivo:

“Sí se puede, sí se puede”.

Se trata de coro con tintes derrotistas, que enaltece al rival y que no brinda el verdadero ambiente que necesitan los jugadores en la cancha para dar más de sí.

De hecho, es una frase importada, creada y utilizada a más no poder en países como México y Ecuador.

Al respecto, el periodista Carlos Antonio Vélez ha manifestado que es un “coro perdedor” que no se debería entonar nunca.

Mientras que el locutor Martín de Francisco ha expresado que “cuando el público grita sí se puede es porque no se puede”.

Lo cierto es que no es una manera efectiva de alentar efectiva si se tiene en cuenta que en los últimos partidos de la Selección Colombia ha retumbado en el Metropolitano el famoso estribillo, pero los resultados no ha sido positivos, como en los 0-0 ante Brasil, Ecuador y Paraguay.

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Es por ello que muchos aficionados en el estadio estuvieron de acuerdo con el pedido asegurando que ese grito “trae la sal”; es decir que atrae la mala suerte.