En exposición entregada al diario Corriere dello Sport, el especialista señaló que la contienda tuvo todos los factores para que el COVID-19 se propagara en Italia y España, pues se disputó en Milán, ciudad lombarda azotada por la enfermedad a la que llegaron más de 40.000 hinchas del Atalanta y otros miles de seguidores del Valencia.

El choque fue el 19 de febrero, quedó 4-1 a favor del elenco italiano y en él actuó los últimos 15 minutos el delantero vallecaucano Duván Zapata, mientras que Luis Fernando Muriel, también delantero colombiano del Atalanta, estuvo todo el tiempo en el banco de suplentes.

“Las manifestaciones de euforia, gritos y abrazos pudo favorecer a la replicación viral… Debo imaginar que casi todo el mundo acudió a ese partido, probablemente incluso asintomáticos y febriles”, argumentó.

La confrontación de vuelta se disputó el 10 de marzo a puertas cerradas en España, pero días después una tercera parte del elenco ibérico dio positivo por el virus, lo que no se le podría atribuir específicamente a la confrontación con el club itálico, en el que no se han anunciado contagios.