Y es que, según el documento con el que la Dimayor aclara los parámetros bajo los cuales se quiere reanudar el fútbol colombiano, las personas que se consideran de alto riesgo frente a la COVID-19 tampoco podrán estar presentes en los eventos deportivos.

En este caso, el fútbol no será ajeno a las restricciones de cualquier otra actividad, por lo que se respetará que este tipo de personas deban permanecer aisladas:

“Se implementarán las mismas restricciones con los lineamientos establecidos por el Gobierno Nacional y el Ministerio de Salud, para casos puntuales relacionados a los adultos mayores y personas con enfermedades que las hacen más vulnerables al contagio del COVID-19. Esto significa, que las personas consideradas de alto y comorbilidades no pueden atender estos eventos”, reza el documento.

Balón Golty del fútbol colombiano

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Siguiendo este razonamiento, ya hay un club confirmado que podría no contar con su técnico: el Junior de Barranquilla, debido a que Julio Avelino Comesaña es el adiestrador más longevo del rentado, con 72 años; edad por la que pertenece al grupo de personas de la tercera edad que no deben exponerse y no pueden salir ni siquiera a la calle al menos hasta el 31 de mayo.

Sin embargo, esto es solamente por edad, pues otros clubes experimentarían lo mismo si sus técnicos padecen alguna de las llamadas comorbilidades; condiciones médicas como diabetes, hipertensión, dislipidemias, obesidad y otras patologías que pueden complicar el estado de salud de un enfermo de COVID-19 y que, por lo tanto, obligan a que esas personas tampoco deban exponerse a contacto con otras.

Se supone que esta norma también aplicaría a los entrenamientos, pero, de ser así, equipos como Junior se quedarían sin técnico presencial hasta que se levante la emergencia sanitaria.