Si hay un estigma con el que ha cargado la hinchada del Deportes Tolima en los últimos años es con ser una de las peores del país. Sin embargo, en el debut en la fase de grupos de la Copa Conmebol Libertadores 2022, la parcial ‘Pijao’ respondió en masa y con más de 20.000 espectadores en las graderías hizo sentir como en casa al conjunto comandado por el ibaguereño Hernán Torres Oliveros.

Desde tempranas horas, un ambiente de fiesta se respiraba en las afueras del ‘Coloso de la 37’, que desde las 4:00 p.m. abrió sus puertas para recibir a sus visitantes. Un ambiente de ilusión se sintió entre los seguidores de la divisa ‘Musical’, quienes acudieron en masa para ver a su equipo ante uno de los gigantes del continente: Atlético Mineiro, que venía de ser semifinalista de la edición de 2021 y campeón en su país.

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La tribuna que más ocupación registró fue la de occidental, con una ocupación del 90%, seguida por la de oriental, que estuvo en un 80%. Y pese a que se creía que las más colmadas serían las laterales, al final la gente no respondió como se creía, presumiblemente por escoger mejores localidades. En todo caso, la recaudación sentó un buen precedente para el inicio de esta competición.

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El salto al gramado por parte de la ‘tribu’ significó consigo la explosión de una hinchada fiel, que esperó por 770 días el regreso a la máxima escena continental, luego de la dolorosa eliminación, justamente, ante otro conjunto brasileño: Sport Club Internacional. El grito “¡Míralo eh, míralo eh! Es el equipo de Ibagué” retumbó en las tribunas, en una gran conexión entre los hinchas y el plantel.

Tras el pitazo inicial del juez venezolano Alexis Herrera, la afición del local se metió de lleno en el cotejo e impulsó a su equipo en pro del triunfo. Cada balón fue vivido con intensidad, en un cotejo en el que de arranque los de Ibagué quisieron imponer condiciones, frente a un contrario al que le costó acomodarse en el terreno de juego, pero luego sacó su jerarquía para plantarse arriba.

Ni siquiera con el 0-2 abajo, pese al ‘guayabo’ que podría generar el resultado, la gente no dejó de reconocer a su ‘tribu’, a la que le faltó definición para haber merecido mejor suerte en el compromiso. La sensación de que se pudo haber peleado ante un grande del país vecino quedó inmersa en el ambiente, por lo que los seguidores no dudaron en entregarse al equipo ibaguereño desde el cemento.

En su novena participación en el certamen, luego de dos años de ausencia, la misión del ‘Vinotinto y Oro’ será la de superar la esquiva fase de grupos y llegar a los octavos de final: objetivo que de lograrse salvaría la inversión hecha por el presidente y máximo accionista de la institución, Gabriel Camargo Salamanca, quien no pasa por sus mejores días, luego de ser diagnosticado de cáncer de tiroides.