Además de ser considerado el mayor narcotraficante de la historia del país, la larga lista de asesinatos de los que fue autor lo llevaron a tener el título del asesino más temido.

Sobre la mayoría de sus crímenes se encuentra bastante información en internet, debido a los atroces que fueron y a la cantidad de vidas que cobraron. Sin embargo, poco se sabe de las masacres que se llevaron a cabo en ‘La Catedral’, una cárcel que él mismo había mandado a construir.

25 años después de la muerte del capo, se estrena ‘La Hora muerta’, una serie/podcast, que revela ‘La historia macabra, jamás contada, de las masacres de La Catedral de Pablo Escobar’ y que hace una exploración profunda sobre esa oscura etapa de su vida.

 

Así era ‘La Catedral’, sede de múltiples asesinatos

EFE

El 19 de julio de 1991, el hombre más buscado del país se entregó a las autoridades para pagar por sus crímenes en ‘La Catedral’. Esto fue posible gracias al acuerdo que el capo hizo con el Presidente Gaviria para no ser extraditado a los Estados Unidos.

Según reportajes de medios de comunicación, ‘La Catedral’, ubicada en Envigado, parecía una finca de retiro: tenía una discoteca, sauna, habitaciones de lujo, un cuarto para jugar billar, los muebles eran finos, la cerámica de los pisos y los baños fueron importados desde Italia.

También contaba con una cancha de fútbol la cual pisaron famosos futbolistas colombianos. Además la usaba como pista de aterrizaje para los helicópteros.

Su lujosa ‘celda’ estaba construida de una manera especial, pues era un búnker que lo resguardaba de posibles ataques por parte de sus enemigos.

Adicionalmente, se dice que había un espacio llamado el cuarto de la muerte, donde el ‘Patrón del mal’ llevaba a cabo rituales satánicos, ya que según personas que lo conocieron de cerca o trabajaron para él aseguran que tenía un pacto con el diablo.

Durante su estancia en este lugar se dirigía el negocio de la droga, se celebraban suntuosas fiestas y se forjaron crímenes atroces.

 

Masacres escalofriantes

El 10 de marzo de 1993, El Tiempo publicó una noticia en la que Rodolfo Ospina Baraya, uno de los sobrevivientes a la purga desatada en el cartel de Medellín a principios de julio de 1992, afirmaba que los hermanos Fernando y Mario Galeano Berrio y Gerardo y Julio Moncada habían sido asesinados al interior de ‘La Catedral‘.

El 25 de noviembre de 1993, este mismo diario  reportó el hallazgo del “cadáver de un hombre, cuyo cuerpo incinerado y totalmente descuartizado había sido sepultado en la cancha de microfútbol en la prisión de ‘La Catedral'”.

También se dice que investigadores y testigos de la época afirmaron que allí se realizaban misas negras donde se sacrificaban prostitutas con el propósito de tener el favor del maligno para asegurar el éxito de los envíos de droga a diversas partes del mundo.

Incluso, los actuales inquilinos de esta antigua prisión, los monjes benedictinos, quienes la restauraron y la convirtieron en un asilo para ancianos, cuentan que se escuchan gritos, susurros, lamentos y llantos y que han sido testigos de múltiples fenómenos paranormales.

Si quiere conocer detalles inéditos de las masacres que tuvieron a cabo en este lugar, escuche la ‘La Hora muerta’, que tendrá capítulos cada semana con temáticas de asesinatos sin resolver, crímenes ocultos, hechos paranormales y misterios que nadie quiere que sean revelados.