De acuerdo con una encuesta de la Asociación del Sector Automotriz y Partes, Asopartes, Colombia ha dejado de recibir más del 10 % de sus ventas en lo corrido del año 2022, y todo por los productos falsificados, generando daños en los vehículos por utilizar producto sin las especificaciones requeridas.

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Los falsificadores copian etiquetas, empaques y sellos, haciéndolos pasar por reconocidas marcas nacionales e internacionales, pero las formulaciones y tecnologías de estas copias no tienen las características de las originales y afectan el desempeño de los automotores.

De acuerdo con Asopartes, el problema de la piratería en el mercado nacional hoy representa “gravísimos riesgos para la seguridad vial de los colombianos”.

En el caso de las siliconas, que se utilizan para el sellado de juntas de múltiple admisión, tapa válvulas, cárter de aceite diferencial y transmisión, utilizar un producto falsificado puede generar desde fallas en la mezcla correcta de aire y combustible en el motor y pérdida de aceite por la parte superior e inferior de éste, hasta una fuga por lubricación, lo que haría necesario un recambio de engranajes o cambio de transmisión completa.

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“Por ahorrarse $ 4.000 en la compra de la silicona falsa frente al costo de una original, que cuenta con tecnología y calidad certificada por fabricantes automotrices y autopartistas, se puede llegar a tener que reparar un motor, lo que valdría entre $ 4 y $ 12 millones, dependiendo de la gama del vehículo”, explican expertos de Loctite, marca de Henkel Colombiana.

Tanto Asopartes como Henkel hacen un llamado a talleres de reparación y consumidores finales para que eviten contratiempos y adquieran los productos originales en los distribuidores autorizados.

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Asimismo, refuerzan el llamado a las autoridades nacionales en maximizar los esfuerzos para combatir estos flagelos, que afectan económicamente a los empresarios y comerciantes legales y formales, al recaudo de impuestos y que, además, ponen en grave riesgo la salud y la vida de los colombianos.